EFE
Phoenix, Arizona.- El miembro del Salón de la Fama, Kirby Puckett, de 44 años, falleció ayer en un hospital de esta ciudad, un día después de haber sufrido un derrame cerebral que obligó a los doctores a intervenirlo de urgencia.
La confirmación de la muerte de Puckett fue dada a conocer por Kimberly Lodge, portavoz del Hospital y Centro Médico St. Joseph, de Phoenix, donde fue internado después operarlo en el Scottsdale Healthcare Osborn.
Puckett, que lideró a los Mellizos para conseguir los títulos de la Serie Mundial en 1987 y 1991 antes de que su carrera fuera interrumpida por un problema ocular que le generó niveles altos de glaucoma, sufrió el derrame cerebral mientras se encontraba en su casa de Arizona.
El ex jardinero central, miembro del Salón de la Fama, fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital y Centro Médico St. Joseph, donde no pudo superar el estado crítico en el que llegó.
De acuerdo a Lodge, Puckett, que estaba divorciado y era padre de dos hijos, recibió los últimos sacramentos antes de morir ayer por la tarde.
?Como responsable del beisbol de las grandes ligas me siento muy mal y triste por la rapidez del fallecimiento de Kirby Puckett?, dijo el comisionado de beisbol, Bud Selig. ?Él era un auténtico miembro del Salón de la Fama en todos los sentidos?.
Selig destacó no sólo la trayectoria de 12 temporadas de Puckett con los Mellizos sino también todo lo que significó su juego para el resto de los aficionados al deporte pasatiempo nacional.
?Será recordado por la manera como siempre jugó, pero Kirby se fue de nosotros demasiado pronto y demasiado rápido?, destacó Selig, visiblemente afectado por la noticia.
Puckett tuvo un promedio de juego de .318 durante su carrera. El problema de glaucoma, una enfermedad que le causó ceguera en un ojo, obligó al jardinero central, y diez veces seleccionado para el Juego de Estrellas, a retirarse en 1996 tras 12 temporadas con los Mellizos.
Todo un símbolo
Es considerado el más grande de los jugadores de los Mellizos de Minnesota, al ser un valuarte para este equipo en 12 increíbles temporadas.
En su primer juego como titular conectó cuatro hits, el ocho de mayo de 1984 ante California, siendo el noveno jugador en la historia de las Grandes Ligas que lo realizó.
El momento más brillante de su carrera fue en el sexto juego de la Serie Mundial de 1991, ante Atlanta. Cuando le robó un jonrón a Ron Gant con una gran atrapada por encima de la barda, para después definir el juego en la onceava entrada con un jonrón ante el pitcheo de Charlie Leibrandt, y así enviar la serie a un séptimo encuentro.
