El pistolero de Pensilvania confesó que había abusado de varias niñas de su familia hace 20 años.
Agencias
Washington, EU.- La muerte la madrugada de ayer de dos de las niñas heridas en el ataque contra un colegio amish de Pensilvania eleva a cinco el número de escolares fallecidas en este suceso, informó la Policía.
Las menores que fallecieron ayer fueron dos de las siete heridas cuando Charles Carl Roberts, aparentemente motivado por el rencor acumulado durante varias décadas, atacó armado la citada escuela ubicada en un área rural de Pensilvania.
El atacante mató a tres niñas, hirió gravemente a siete y, posteriormente, se suicidó.
El incidente ocurrió en el Condado de Lancaster, conocido por su población amish, una comunidad cristiana de origen europeo que preserva las costumbres del siglo XVII, rehúsa el empleo de técnicas modernas, y se opone al uso de la violencia.
Ayer se dio a conocer que Roberts reveló a su mujer antes de los hechos que abusó sexualmente de varias menores hace veinte años.
En una conferencia de prensa celebrada ayer, el comandante de la Policía de Pensilvania, Jeffrey Miller, dijo que Carl Roberts, de 32 años, llamó a su esposa por un teléfono celular desde la escuela del pueblo de Bart Township, en el condado de Lancaster, y le contó cosas de su pasado que le atormentaban.
Según ha declarado la esposa, Roberts le dijo en la llamada que hace veinte años había abusado sexualmente de menores de su familia que tenían tres y cuatro años de edad, algo de lo que también quedó constancia en la nota de suicidio que dejó en su casa.
Roberts escribió en la nota que volvía ?a tener sueños recurrentes de querer hacer lo mismo? que hace veinte años.
Sin embargo, según Miller, los familiares desconocen de qué niñas se trata y la Policía dice que se ignora también ?el grado de abuso al que fueron sometidas?.
En la nota de suicidio que Roberts dejó en su casa, antes de llevar a sus tres hijos al colegio, también dijo que estaba ?muy enfadado con Dios? por la muerte de una hija Emily, que nació prematuramente hace nueve años y sólo vivió veinte minutos.
La familia de Roberts, que se dedicaba a recoger la leche producida por las vacas de los amish y llevarla a plantas procesadoras, dijo que su comportamiento había sido ?normal en los últimos días?.
El lunes, tras dejar a sus hijos en otro colegio, se dirigió a la casa-escuela amish en el condado de Lancaster, donde entró armado con una escopeta recortada y una pistola, ató a las alumnas y dejó escapar a los niños y a varias profesoras, entre ellas una embarazada.
Posteriormente, Roberts hizo que las niñas se alinearan frente a una pizarra y les ató los tobillos.
Antes que llegara la Policía, Roberts empezó a disparar a las escolares. Una de ellas murió, junto al atacante, después que las Fuerzas de acción rápida entraran para liberarlas.