Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

Familia Sirviendo a la Vida / DESPERTAR... ES CUALIDADES

Germán de la Cruz Carrizales

(Cuarta parte)

Continuación...

Cuentan el caso de una vendedora de una tienda de ropa, que fue a pedir trabajo y el gerente le dijo: ?pues ya tenemos el equipo de vendedoras completo-.

No importa, sólo me pagan sobre lo que venda ?insistió la señora-.

Muy bien ?le dijo el gerente- sólo que va a estar un poco difícil que usted pueda vender, porque como le digo, ya hay varias vendedoras. Sin embargo, la aceptó y la sorpresa del gerente fue que en menos de dos meses, esa vendedora a comisión estaba ganando el doble de la que más ganaba. Cuando fue al piso a ver qué es lo que pasaba, encontró a la vendedora en un rincón de la tienda con un tarjetero en la mano, en donde sacaba una tarjeta, cerraba los ojos, veía la tarjeta y asentía con la cabeza.

Extrañado el gerente preguntó qué sucedía y ésta fue su respuesta: cuando usted me dijo que ya había varias vendedoras, empecé por analizar a cada cliente y mientras la vendedora la atendía, yo sacaba toda la información de cómo se llamaba, su teléfono, sus medidas, su estilo de ropa, etc., y ahora cuando llega la mercancía, inmediatamente me comunico con ellas y mis ventas han aumentado. Sólo estaba usando la cortesía.

4. Jovialidad. Ser joven quiere decir ser alegre, estar siempre de buen humor, tener siempre una cara sonriente, amistosa, con una frase o un cumplido siempre a flor de labios.

Pero cuánta gente conoce usted, que siempre andan con el gesto adusto, agrio, como si anduvieran oliendo a podrido o algo desagradable, que no puede sonreír, que repelen cualquier intento de comunicación positiva y por lo tanto son seres amargados, solitarios. Así que para tratar de superar esta posible falla en nuestro comportamiento, le voy a sugerir que ponga en la puerta de su casa, que usted usa para salir a la calle, una frase que diga ?Sonría antes de salir? y sobre la frase coloque un espejo donde usted pueda ver su carta y empiece a ensayar una sonrisa, hasta que sienta que esa sonrisa es natural, sincera, muy de usted.

Quiero decirle que esto no es fácil, pues como lo veremos más adelante, la razón que traemos, esa angustia, ese coraje, se debe a algo tan profundo, que no es fácil comprenderlo de momento. En algunas ocasiones mientras dictamos algún curso o conferencia hacemos algunos chistes, con el fin de ir midiendo la manera de pensar del auditorio y cuando a algunos de los participantes no les hace gracia, en el receso procuro platicar con ellos y casi siempre encontramos la razón del porqué de su comportamiento, y al final del proceso, son los que más gozan de los comentarios chuscos y de las situaciones cómicas, ya que parece que sólo necesitan una válvula de escape para soltar toda su amargura.

En uno de los cursos tuve la experiencia con un joven que se sentó en la tercera fila del pasillo central, quedaba justo frente de mí, ya que el salón en el que estábamos contaba con un estrado más o menos alto, así que podía ver fácilmente la reacción de los participantes. Desde el momento en que este joven se presentó y empecé a comentar tanto las reglas del curso como un panorama general del mismo, sentí de parte de ese joven hacia mí, una mirada de rechazo, de odio, de resentimiento, de coraje, de impotencia, lo que hizo que le pusiera más atención que al resto del grupo. Durante la exposición de las primeras pláticas a cada pregunta que yo hacía, de cada concepto yo comentaba, de cada chiste que contaba inmediatamente me reviraba con frases en doble sentido, movía la cabeza negativamente, como que no le convencían mis argumentos, ni le interesaba lo que pudiera yo compartir a través de las dinámicas, las frases, los conceptos.

Durante los descansos, lo buscaba y empecé a ganarme su confianza, así pude darme cuenta que era hijo natural, que no había conocido a su padre, por lo que comprendí y se lo hice comprender a él lo que en verdad le estaba pasando, cambió totalmente su actitud y al final al entregarle su diploma y darle un fuerte abrazo, llorando me dijo al oído: ?éste es el abrazo, que yo siempre quise recibir de mi padre?.

Y eso era precisamente lo que no le permitía sonreír, pues traía tanto coraje con aquel hombre que lo había engendrado y abandonado cuando más lo necesitaba. Por lo que al verme frente a él, y escuchar lo que yo estaba diciendo, de alguna manera yo representaba para él aquel padre al que tanto odiaba y todo lo que le decía le molestaba, porque eso era precisamente lo que él hubiera querido oír, pero muchos años atrás.

Así que amigo(a), si usted no puede sonreír, si le molesta la felicidad de los demás, trate de ver sinceramente, qué situaciones ha vivido en su vida pasada que le marcaron un destino agrio, sombrío, lleno de odios y rencores. Reconozca esa situación y sobretodo trate de ver lo positivo que ahora tiene y sentirá cómo pronto usted también podrá sonreír.

¿Se ha puesto usted a pensar lo que vale su sonrisa, lo que se lo apreciarán los demás; y sobretodo, que a usted no le cuesta absolutamente nada sonreír?

En la ciudad de Camargo, Chihuahua en uno de los cursos que impartía por aquellos lugares, esperaba al director y dueño de la empresa para que hiciera la presentación oficial del curso, pero al ver que no llegaba se los hice saber a las personas ahí reunidas y una de ellas (a quien yo no conocía en lo personal) se presentó como la esposa de aquel directivo que no llegó, pero lo hizo de una manera un tanto agresiva, lo que consideré un tanto razonable de su parte, pues pensé que se sentiría molesta por la descortesía de su esposo.

Al día siguiente se presentó el señor y estuvo participando durante la primera hora del curso muy activamente y durante el receso le preguntaba cuál había sido la razón de su ausencia el día anterior y me dijo: mire Ing. De la Cruz, la realidad es que consideré que el curso no era para mí, pues todo lo que usted pueda decir yo ya lo sé, sin embargo ahora vine para saber qué es lo que les dice a la gente, porque anoche me llegó mi esposa muy cambiada en su carácter, que a mí me sorprendió, pues hacía como diez años que no la veía sonreír y ahora se ve tan bonita, terminó suspirando aquel amadísimo esposo.

Así que usted también sonríale a la vida, hágalo como una costumbre y verá qué diferente se ven las situaciones.

5. Amistad. Esta cualidad, desgraciadamente no la podemos dar en toda la extensión de la palabra, pues generalmente usamos la palabra ?amistad? de una manera equivocada, sin la profundidad que esto requiere y llega un momento en que nos confundimos y hacemos que pierda todo su significado. Me decía un joven en una conferencia ?Ing. Germán, pero es que cada vez que doy mi amistad, me defraudan-, claro que nos vamos a sentir defraudados cuando damos la amistad esperando recibir algo a cambio, cuando le ponemos la conveniencia, el interés y la persona a quien consideramos ?amigo? no responde a nuestras expectativas, es cuando sentimos que hemos sido traicionados.

Cuando nos acostumbramos a dar la amistad como un sentimiento, como un bálsamo espiritual, sin esperar de la otra persona ninguna retribución, indudablemente que nunca nos sentiremos defraudados, pero lo más importante, pronto veremos cómo la demás gente se preocupa por nosotros de alguna manera esa actitud se nos devuelve, tal vez no por la persona a quien, en un momento dado le aconsejamos, orientamos o hicimos algún servicio, sino por otra que tal vez no conocemos personalmente.

Pero indudablemente que duele que aquel tesoro tan grande sea defraudado por quienes consideras tus amigos. Tenemos un grupo de matrimonios en donde aparentemente somos amigos, pero, hasta en las mejores familias sucede. En alguna ocasión venía un familiar de fuera (pocas veces al año viene) y nuestros amigos nos invitaron a cenar con ellos, tenían ganas de vernos y con engaños fuimos. Pensamos mi esposa y yo, bueno vamos un rato y más tarde nos reunimos con nuestro familiar y con toda la familia. Alegres nos fuimos a la casa de nuestros supuestos amigos nos recibieron como de costumbre, nos ofrecieron algo de beber y empezábamos a disfrutar de la reunión cuando llega otro matrimonio (se estaba reuniendo el jurado), según esto también amigos nuestros, nos pareció raro pero como existía tanta afinidad entre todos nos dio gusto verlos también. No pasó mucho tiempo cuando el que supuestamente era más nuestro amigo nos dice: nos hemos reunido para decirles que ustedes nos han defraudado en esto y en esto y han hecho esto y aquello, y no son dignos de confianza, etc, etc. No dábamos crédito a lo que estábamos escuchando, nos sentimos en un juicio sumario, cuando todo lo que habíamos hecho era servir a ese grupo y a otros de la misma organización, nos quedamos callados, no lo comentamos con nadie, nos creó conflictos como pareja, hasta que pasó el tiempo y pudimos verlo de otra manera y pudimos comprender lo que el alma de las persona llevan en ellas y que dañan profundamente a las personas, con la bandera de supuesta bondad y amistad. Otras personas a quienes conocimos después y de otros grupos ajenos al nuestro, nos buscan, nos invitan a sus reuniones y sale a la luz la verdadera razón por la que esas personas actúan así, y lo triste es que de la misma manera habían tratado a otras personas sembrando cizaña, pero debemos crecer como personas y fortalecernos precisamente en nuestra espiritualidad, pedir por ellos y alejarte por el momento. Pasado el tiempo nos reunimos con el segundo matrimonio de aquella noche y nos comentaban que ellos no les constaba cosas de las que se nos acusaban aquella noche desafortunada y que ellos apoyaron en su momento, pero el mal ya estaba hecho y muchas veces con una disculpa no reparas el daño que has causado.

Sin embargo hay muchísimas más experiencias positivas que negritos en el arroz. Me comentaba una persona que en una importante empresa debían impartir un proceso de sensibilización para la calidad a más de ochocientas personas, y al estar analizando qué cursos y qué instructor una persona que estaba ahí comento: yo no sé quién será el Ing. De la Cruz ni qué seminarios imparta, lo que sí se es que a un buen amigo mío, que ya ni su trabajo, ni su familia le importaban, ha cambiado totalmente su actitud después de asistir a un taller de él. Esa sola intervención fue definitiva para que me llamaran y compartiera con ellos esta filosofía de la vida. La realidad es que cuando alguna persona solicita alguna orientación, nunca pensamos en el beneficio inmediato, ni en lo que en un momento dado eso pueda significar.

Cuando usted en cualquiera de la actividad que realiza empiece a usar esta cualidad en toda su extensión verá cómo empieza a crecer de manera impresionante. ?Quien no vive para servir, no sirve para vivir?. Continuará...

Esperamos seguir contando con su atención en ésta su columna y agradecemos los cometarios recibidos a nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales (pmger@hotmail.com pmger@todito.com).

Reiteramos nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector quien hace que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. La siguiente semana veremos la quinta parte de Despertar... es Cualidades. Gracias por su atención.

?Quien no vive para servir, no sirve para vivir?.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 210152

elsiglo.mx