(Séptima parte)
Continuación...
8ª. Etapa: el que diseña, da ideas, supervisa, es el que hace que los demás hagan. Aquí están altos ejecutivos, los dueños de la empresa. Es decir, son personas que están acostumbradas a tomar iniciativa a correr riesgos calculados, que no se preocupan por ver si las cosas salieron bien o mal, porque ellos están seguros de que las cosas salieron bien.
Cuando en alguna consultoría o asesoría tengo que entrevistar a ciertos ejecutivos o responsables de la empresa y observo su actitud con respecto a la decisión que debe de tomar de implementar o no algún sistema de calidad o capacitación, inmediatamente puedo medir hasta dónde llega su facilidad para tomar decisiones, hasta donde está limitado en su autoridad, o hasta donde lo dejan que decida.
Usted que ha seguido estas últimas publicaciones, ojalá que estas mediciones en algo le hayan ayudado a comprender o determinar cuál es el grado de iniciativa y vea qué posibilidades hay de ejercer más frecuentemente o en más situaciones de su vida diaria, hasta que se haga un hábito el que sea usted el que siempre decida.
En alguna ocasión unos estudiantes de universidad estaban haciendo una encuesta entre el pueblo para ver quién era la persona que tomaba las decisiones en el hogar, si era el hombre o la mujer. Donde las tomaba el hombre les regalaban un caballo y donde las tomaba la mujer, el obsequio era una gallina. Llegaron a un hogar y salió un señor muy mal encarado, con un tupido bigote, sombrero ancho y pistola a la cintura.
¿Qué quieren jovencitos? ?dijo de mal talante a los entrevistadores-. ¿Qué se les ofrece? Andamos investigando que persona toma las decisiones en el hogar, si el hombre o la mujer ?aclararon un tanto temerosos los aludidos-. Qué pregunta hacen ustedes, pues en esta casa soy yo el que mando, -¡verdad vieja! aseguró aquel hombre, apoyando su aseveración su esposa, que era una persona delgada y bastante bajita de estatura.
Sí viejito, tú eres el que manda confirmó la señora. Muy bien dijeron los entrevistadores haciendo la anotación en la encuesta. Donde manda el señor regalamos un caballo y donde la señora una gallina. ¿Cuál caballo quiere, el negro o el colorado? Le preguntaron al entrevistado. Y éste retorciéndose el bigote preguntó: -¿Cómo la vez vieja?- por supuesto que le dieron ¡¡¡una gallina!!!
Esto parece chiste, pero cuántos de nosotros no estaremos como este señor, que hasta para comprar unos calcetines tenemos que consultar con la esposa, la mamá o en el último de los casos con la señorita que nos está atendiendo, porque nosotros no tenemos la confianza en nuestra propia decisión.
8. Persistencia. Dicen que el mexicano tiene mucha iniciativa, pero no tiene acabativa, es decir, no tiene persistencia en sus acciones, pues cuando se le ocurre algo, lo inicia con muchos bríos, con mucho entusiasmo, pero luego se cansa de la situación y la abandona, la deja a medias, no le pone el énfasis que debería para que su obra quede perfectamente bien terminada.
Porque ustedes han visto que después de una conferencia, después de un seminario de superación, saliendo de ahí todo mundo está como entusiasmado y estamos motivados un par de días pero después de ocho días estamos exactamente igual, o sea es un poco como las personas que hacemos propósitos de año nuevo, en diciembre todo mundo los hace y si te das cuenta en enero, todos los lugares para hacer ejercicio están llenos porque la gente sale a correr en enero, es impresionante, todo mundo quiere bajar de peso, y se pone sus propósitos, hacer condición física y demás..., pero si vas en marzo al mismo lugar, hay la mitad de gente o menos, y si vas en estas fechas a los parques donde la gente corre a las cinco de la mañana, hay una persona corriendo..., y no porque halla salido a correr sino porque viene llegando a su casa y así le va ir si no se apura a llegar. Eso significa que somos muy proclives a tomar decisiones, pero no tenemos la persistencia. Pues a final de cuentas te quedas tú solo con tu persistencia y la persistencia significa enfrentar los viejos hábitos para tener un esquema diferente al hacer las cosas, enfrentar viejas amistades que te orillaban a situaciones negativas y atreverte a cambiar. La persistencia requiere de mucho coraje, de mucho valor, requiere de perseverancia para lograr el éxito.
En el matrimonio vemos la misma situación. Todos los días sabemos, a través de estas páginas de la sección de Nosotros, de los matrimonios que se realizan en la Comarca Lagunera, quienes pomposamente hacen saber a la sociedad que la Srita. Vázquez contrajo nupcias con el Ing. Pérez, etc., y aparecen en el momento en que se ?juran? amor eterno. Y al poco tiempo los vemos en los juzgados tramitando su divorcio, porque ya no era posible soportar más la situación conyugal.
O bien, inauguramos empresas, viene tal o cual funcionario público a cortar el simbólico listón, se publican grandes páginas donde se auguran grandes éxitos al negocio y todo mundo espera que pronto esa empresa sea un emporio, una gran fuente de trabajo. Pero lo más triste es que en poco tiempo vemos el local vacío, o bien, en problemas en conciliación y arbitraje porque los trabajadores no han recibido oportunamente sus prestaciones. Y todo, porque esa cualidad tan necesaria para fincar o solidificar nuestra situación económica, familiar o social, que es la persistencia, o no la tenemos, o nos parece muy difícil practicarla.
Recuerdo en los inicios de esta columna Familia Sirviendo a la Vida empezó publicándose los jueves de cada semana, algunas ocasiones por cuestiones de logística y espacio se publicaba los viernes y en algunas ocasiones se llegó a publicar el sábado. La gente me decía ¿ya no escribes la columna? Sí claro, sólo que se publicó tal día. Ahora a casi dos años del inicio de esta columna con agrado me doy cuenta cuando a las muchas personas con las que tengo contacto cada semana en escuelas, universidades, empresas, hospitales, cámaras, y público en general, les digo que colaboro escribiendo en El Siglo de Torreón, me dicen sí yo la leo, así como usted me hace el favor de seguirme cada semana. Y el propósito que me inspiró, que es el rescatar los valores de la familia o al menos hacernos pensar al respecto, se está cumpliendo. Y el secreto del Éxito que esta columna ha tenido con su preferencia, ha sido ?La Constancia?, pues desde que iniciamos, cada viernes, llueva, haga frió, haga calor, siempre, ésta su columna se publica oportunamente y cada vez más y más gente busca el seguimiento de los temas que escribimos para usted. Y lo hacemos con mucha dedicación, persistencia, coraje y sobre todo con mucha responsabilidad.
Persistiré hasta alcanzar el éxito. Éste es uno de los pergaminos del Vendedor más Grande del Mundo, y su consejo es valido en todos los órdenes de la vida, pues no hay actividad que no necesite esa constancia para que el resultado sea positivo.
Le voy a pedir que haga un experimento en el patio de su casa, en su jardín o en una maceta si fuera el caso. Compruébelo, no me crea. Siembre una semilla de fríjol. Solo siémbrela, no haga nada más. Póngala en la tierra y olvídese de ella. La semilla sola, va a buscar el agua en el subsuelo, los minerales necesarios para que pronto empiece a germinar. Hágalo, no crea en lo que le estoy diciendo. Pronto, esa semilla se va a convertir en una pequeña planta y entonces va a obtener del aire el nitrógeno, el oxígeno y todo lo necesario para crecer. Pronto esa semilla, que usted sólo la sembró y no hizo nada por ella, va a dar fruto. ¿Y qué fruto dará esa planta? Pues frijol, si era frijol, tiene que dar frijol. Hágalo no me lo crea. La planta sabe que es fríjol y va a dar fríjol... ¿O no? Pero qué pasaría si a esa planta, cuando ya está para germinar dijera: mejor quisiera ser maíz... mejor quisiera ser un manzano... mejor quisiera ser una lechuga. Lo que pasaría es que nunca, nunca, germinaría ni daría fruto.
¿Y cuántos de nosotros no estamos así? Queremos estudiar, nos inscribimos en la escuela, empezamos los estudios, pero luego quisiéramos mejor ponernos a trabajar... queremos ser ejecutivos de ventas, conseguimos el empleo en aquella empresa que queríamos, cuando ya tenemos el puesto, mejor queremos estar en la oficina. Nos queremos casar y cuando ya tenemos uno o dos hijos... no mejor quisiera estar divorciado. Y cuántas cosa más estamos dejando a medias y luego nos quejamos que el éxito no nos llega, que siempre estamos nadando contra la corriente, que el tiempo se nos está pasando y nunca logramos consolidar nada.
9. Memoria. Ésta es otra cualidad de la que fuimos dotados todos los seres humanos, pero que desgraciadamente, en vez de usarla para nuestro beneficio, la usamos para salir de los compromisos o de las obligaciones, pues ante un ?se me olvidó?, ?no me acordé?, etc., ¿qué podemos hacer? Nada. En el restaurante de un conocido centro comercial de Torreón, Coah. Se reunían un grupo de amigos, platicando y disfrutando del encuentro, cuando uno de ellos dijo: me van a perdonar, pero me voy a retirar, pues tengo que ir a una junta de la escuela de mis hijos. Al tiempo que se ponía de pie para abandonar la reunión.
No te vayas, pues estamos tan a gusto. Le insistieron a coro. Sí, pero es que tengo que llevar un informe pues yo soy el tesorero de la escuela, insistió aquel amigo.
Diles que se te ?olvidó? la junta. Le dieron una pista para la excusa. Tienen razón, total, les digo que se me olvidó que ahora era el día de la junta. Dijo muy convencido al mismo tiempo que se sentaba a seguir disfrutando de la reunión con sus amigos.
Y usted amigo(a), cuántas cosas que debe realizar las pospone para después, se ocupa de otra cosa, que tal vez sea más de su agrado, y aquélla, que por alguna razón usted no quería llevar a cabo se le olvidaba y la excusa es muy válida ?se me olvidó?.
Todos los humanos fuimos dotados de más o menos unas cien mil millones de células cerebrales llamadas neuronas, todas ellas tienen información, que a través de la vista, el oído, el olfato, el tacto, el gusto y la percepción extrasensorial, constantemente estamos alimentando, guardando y en un momento dado, aquéllos que hacía años no lo habíamos vuelto a recordar, se hace tan real, tan vívido que parece que en ese momento está sucediendo. Continuará...
Esperamos seguir contando con su atención en ésta su columna y agradecemos los comentarios recibidos a nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales:
pmger@hotmail.com pmger@todito.com
Reiteramos nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector quien hace que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. La siguiente semana veremos la octava parte de Despertar... es Cualidades. Gracias por su atención.
?Quien no vive para servir, no sirve para vivir?.