(Vigésima segunda parte)
La semana pasada comentábamos del caso de aquella persona que se independizaba por sugerencia de sus parientes y amigos ya que hacía excelentes negocios en la empresa donde trabajaba.
Dejó la empresa, puso un negocio de zapatos, ropa y novedades. Al principio el negocio marchaba de maravilla, empezó a crecer y de pronto se acobardó, ya no hizo pedidos, por temor a los compromisos, ya no salía a cobrar, pues le daba miedo enfrentarse a los clientes y el negocio quebró.
Ahora empieza de nuevo con otro patrón y la historia se repite, vuelve a ser el hombre de antes, ágil, enérgico, audaz, activo, etc. Se vuelve a lanzar por su cuenta y ahora pone un restaurante, y lo mismo, mucho éxito al principio, pero de pronto la apatía, la inseguridad, el miedo y al final el fracaso.
Pero... ¿Qué fue lo que esta persona recibió mientras estuvo en el vientre de su madre? Ella huyó con el hombre que amaba, pues en la casa de él, no querían que se casara con ella, así que decidieron poner tierra de por medio, y de un lejano y pequeño pueblo de un Estado del centro de la República, emigraron hacia una ciudad fronteriza, todo parecía una eterna luna de miel para esta pareja de jóvenes enamorados, sin embargo, cuando aquel galán se dio cuenta que su dulcinea estaba enamorada, huyó de su lado, dejándola abandonada, sin recursos económicos y en estado de gravidez, lo que hacía más dramática la situación, por lo que esta joven y futura madre, todo lo que sentía era miedo, inseguridad, falta de apoyo moral, etc. De tal manera que ahora esos mismos sentimientos son los que nuestro hombre padece.
Creo que este ejemplo es para que nos pongamos a meditar profundamente, qué es lo que ha pasado en nuestra vida, si algo no está funcionando bien dentro de nosotros, tratemos de obtener la información, aceptarla, concientizarla y sobre todo perdonarla para poder sacarla de nosotros para que ya no nos siga manejando.
Cuántas veces sucede con algunas personas que ingresan a la empresa con todo el ánimo y la voluntad de quedar bien con los patrones o jefes que los contrataron y por un tiempo hacen todo lo posible por ser atentos, serviciales, puntuales, responsables en todas sus obligaciones y los jefes están muy complacidos y hasta los ponen en la mira de un ascenso próximo.
Pero de pronto algo sucede y aquel empleado modelo, empieza a tener una actitud negativa que hace que de pronto todos los planes que había para él se vengan por tierra y viene el despido, la demanda laboral, etc., y ahora tanto el patrón como el empleado se hacen la misma pregunta: -¿Por qué? ¿Por qué siempre me tiene que pasar esto?-. Y lo más dramático del caso es que ?No hay respuesta?.
Platicando con el jefe de personal de una empresa que me hablaba para darles un curso de cambio de actitud, entró el gerente de planta y le dice al licenciado: -¿Ya tienes la recomendación del ingeniero que necesitamos?-. Sí ?le contestó- aquí está su currículum y la solicitud del ingeniero ?tal?, que por sus antecedentes debe tener mucha experiencia. Y le entregó el documento.
Cuando se fue el gerente me hizo el comentario de la personalidad del ingeniero seleccionado para el puesto vacante. Me di cuenta que aquel ingeniero había estado (en muy corto tiempo) en varias plantas y de todas se había separado por causas baladíes.
Lo que me hizo reflexionar -¿Qué bomba de tiempo metemos a la empresa cuando contratamos a alguien? ¿Cómo podemos saber los acondicionamientos que trae dicha persona?
Creo que sólo a través de una psicoterapia, que nos pudiera dar algunas pistas de lo que sucedió en la mente de esas personas desde su concepción (una prueba que recomendamos y aplicamos mucho siendo una pista muy veraz es el eneagrama).
Si nuestra actitud en la vida va a depender de nuestro estado de conciencia, es decir del acondicionamiento mental que nos fue grabado desde el momento en que fuimos concebidos, ¿estaremos obligados o predispuestos por todo el tiempo a esa situación?
Definitivamente que ?No?, sólo que debemos hacer un verdadero examen de toda nuestra vida y ver que aquellas situaciones ya pasaron, que son sólo una idea en nuestra mente y que ahora tenemos todo el poder de cambiarlo, de modificarlo o de aceptarlo si así nos conviene.
Las emociones del cerebro u ondas cerebrales no tienen limitaciones de tiempo y espacio, como ya lo anotamos cuando hablamos de los niveles de frecuencia ?Alpha y Theta?. Los experimentos llevados a cabo en todo el mundo en el campo de la telepatía han demostrado que ni las paredes más anchas, ni las distancias más grandes tienen efecto alguno sobre el pensamiento.
Pasaron por la televisión un caso, que según el animador del programa era ?Increíble?, pues se trataba de una jovencita que con los ojos cerrados y recostada en un diván, fue describiendo palmo a palmo los detalles de una casa que previamente habían seleccionado de un directorio telefónico y que por coincidencia era la residencia de unos fotógrafos profesionales, quienes recibieron la cinta grabada de la niña que había ?visitado su casa?.
Ellos quedaron asombrados por lo exacto de la descripción y para confirmarlo, fueron filmando cada uno de los pasos que iba mencionando la cinta grabada y luego lo pasaron por la televisión para demostrar lo ?Increíble? que es el poder mental. Hagamos un ejercicio: anote en una hoja de papel tres cosas que le diré y luego me manda un correo a mi dirección aquí mencionada (sin mencionar las tres cosas) y yo le mandaré una respuesta de esas tres cosas y veremos qué tan afines somos a la telepatía, ¿le parece? Escriba ?un color?, ?un numero del cero al nueve? y ?un oficio? (a lo que se dedica una persona sin haber estudiado). En artículos posteriores le daré el resultado de este ejercicio pero participe conmigo, envíemelo a mi correo. Continuará...
Esperamos seguir contando con su atención en ésta su columna y agradecemos los comentarios recibidos sobre estos temas tan interesantes y de las muchas personas que han compartido sus casos con nosotros, de esto que pocas veces se habla seriamente y con el corazón. Los habremos de considerar en nuestro libro que estamos por concluir. Los esperamos en nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales:
pmger@hotmail.com y pmgerxxi@yahoo.com.mx.
Reiteramos nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector quien hace que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. La siguiente semana veremos la vigésima tercera parte de Despertar... es, Mecanismo de la Mente. Gracias por su atención.
?QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR?.