(Tercera parte)
Continuación...
Personalidad paranoide. Estas personas tienen un profundo complejo de persecución, creen que todo el mundo los va a atacar, siempre están a la defensiva de una manera agresiva, pues cualquier comentario o pregunta, la responden con dejo de agresividad.
El otro día fui a visitar a una ancianita que está internada en un asilo, y a las preguntas que le hacíamos, respondía inmediatamente en un tono agresivo: -¿qué dicen sus compañeras?- le preguntamos para iniciar una conversación. ?Pues qué tienen qué decir...- respondió agresivamente, si yo siempre me porto bien con ellas- concluyó de forma cortante.
Éste es un ejemplo casi clásico de esas personas que no sabemos cómo tratar, pues en ciertos momentos son amables, apacibles, sin embargo en un momento dado, reaccionan agresivamente, por algo prácticamente sin importancia. En su forma de vestir lo hacen de una forma meticulosa, les gusta andar bien presentados.
A esta personalidad les gusta trabajar más bien donde pueda estar solo, donde no tenga que tratar con personas o situaciones de emergencia, pues por su temperamento, las decisiones las tomará de acuerdo con el estado de ánimo que tenga en ese momento.
En una conversación con el director de una empresa, nos comentaba lo importante que sería para los jefes de personal poder tener las técnicas para saber, en un momento dado, cuáles podrían ser las reacciones de la gente que se encuentra en la empresa, sobretodo hoy día con la integración de equipos de alto rendimiento, el saber cómo somos nos da certeza en las relaciones y por ende una mejor calidad humana y de los servicios o productos que manejamos, pues cuando van a solicitar empleo y mientras se les da la planta, todo parece indicar que serán muy buenos trabajadores, pero una vez que se sienten seguros en su empleo, todo se les va en pedir permisos, en enfermarse, en faltar injustificadamente o en perder el tiempo y no sacar el trabajo oportunamente y algunos hasta dicen ?si no le gusta, córrame- y lo hacen sabiendo que tendrán que indemnizarlos. Si los índices de ausentismo, de rotación o de retardos es alto valdría la pena hacer un análisis de las relaciones laborales a la luz de estos conceptos, más adelante hablaremos del eneagrama, una radiografía impresionante de nuestra personalidad y que podría mejorar sustancialmente las relaciones humanas tanto en la familia, las parejas, los matrimonios y en la empresa con los equipos de alto rendimiento. Le decíamos al director conteste el cuestionario y le damos su resultado por su correo electrónico, pruebe tal vez saldría ganando mucho.
Por eso es tan importante que podamos comprender a las personas, saber que es la fuerza que los maneja y eso, tal vez, solamente a través de una plática mucho más personal y confidencial.
Personalidad epileptoide. Ésta es otra de las personalidades pasivas, con un temperamento callado, introvertido, pero que en un momento dado pueden reaccionar tan fuerte que los puede llevar hasta perder el conocimiento por no saber sacar su coraje o agresividad ante ciertas situaciones.
En su forma de vestir son un tanto informales, pero no son sucios ni descuidados, sólo que no buscan la armonía en su atuendo.
Estas personas son muy propensas a tener ataques de epilepsia, pues traen mucho miedo con coraje dentro de ellos, y cuando se sienten amenazados y sienten el coraje, por la grabación que traen (tal vez desde el momento en que fueron concebidos) de miedo y al no poder hacer sentir su punto de vista, su manera de llamar la atención o tal vez de salirse con la suya, es atacándose en forma dramática.
Vimos el caso de un joven de 18 años, que desde los cinco sufría ataques de epilepsia ya los médicos no podían hacerle nada, pues todos los tratamientos habían fracasado y los ataques, que en un principio eran sumamente esporádicos (una o dos veces al año) empezaron a ser más y más frecuentes, hasta que llegó el momento en que eran cada cinco minutos, al muchacho tenían que tenerlo bajo droga, adormecido, para que no se lastimara.
Cuando se trató el caso, llegamos a la base del problema, y éste fue que cuando el niño todavía estaba en el vientre de su madre, al padre lo mandaron a combatir a Vietnam, y la madre tenía que trabajar y su empleo lo desarrollaba en la ciudad de New York, en una oficina que estaba situada en un tercer piso y no había elevador. Todos los días, ella se levantaba con un temor interno tremendo, esperando sólo la noticia de que su esposo había fallecido en el frente y por otro lado, como ella era portorriqueña, las compañeras la despreciaban y la hacían sentirse menos y no podía darse el lujo de desquitarse aquel coraje, pues necesitaba su empleo y no podía responder a los insultos que le hacían sus compañeras.
Todo ese tiempo, aquel ser que estaba en formación empezó a recibir ciertos impulsos, que ahora se le estaban haciendo presentes.
Otra de las características de esta personalidad, es que es muy detallista, todo tiene que estar en perfecto orden, hasta un tanto enfermizo, pues si el detalle no coincide con su idea de como debe ser aquella situación, produce un fuerte disgusto y resentimiento, y como no puede desquitarse, empieza a vengarse de una manera muy sutil.
Les gusta hacer muchos versos, acrósticos, resolver crucigramas, conocer la vida de todo el mundo, le dan muchos rodeos cuando quieren decir algo, siempre se están apoyando en otras gentes.
Personalidad normal. Tal vez esta personalidad es la más anormal que existe, porque esta personalidad tiene en equilibrio todas las personalidades, pues cuando actuamos con toda conciencia, es positivo tanto salirnos con la nuestra, como complacer a los demás, si con esta actitud obtenemos conscientemente un beneficio.
Estas personas nunca tienen problemas, tanto económicos, como de salud, morales, sexuales, de armonía en el matrimonio. Su área de trabajo la mantienen siempre muy limpia y en perfecto orden, tienen muy buenas ideas, todas las realizan con mucho éxito, nunca se aceleran, nunca se les decae el ánimo, son muy centrados en sus opiniones, toman decisiones adecuadamente, no se dejan influir por las demás personas, es decir, actúan siempre en equilibrio en todos los sentidos, pero piense, ¿cuántas hay de estas personas? Lo que queremos dejar muy claro, es que cuando usted, verdaderamente se conoce a sí mismo, usted podrá tener ese comportamiento, por eso es que insistimos a través de estos artículos, que sea consciente de lo que está diciendo, haciendo, oyendo, pensando y sintiendo, porque al tener conciencia de sus actos, usted los podrá manejar a su conveniencia. Cuántas cosas hacemos, a veces, pensando en que actuamos por una razón consciente, pero la realidad es que lo que realizamos es por otra cosa mucho muy diferente.
Desde hace tiempo en nuestro grupo de matrimonios nos reunimos de forma regular en casas diferentes cada vez, para tratar temas, platicar, divertirnos y cenar. Algunas veces, las mujeres hacen su grupo aparte de los hombres, hacían un semicírculo con las sillas y una señora, por alguna razón siempre quedaba sentada en el centro. En alguna ocasión que se asaba carne uno de los señores era el encargado del asador y sabiendo qué parte de la chuleta era la que más le gustaba a su esposa, procuraba en cierto momento, llevarle algunos pedacitos recién salidos de las brasas.
Él sentía estar en las nubes cuando oía a las demás señoras le decían a su esposa: -qué bueno es tu marido, cómo te consiente- y volteaba a verlas con una sonrisa de satisfacción pero lo que él quería decirle a su esposa con una actitud tan solícita de su parte. ?(Así deberías de tratarme tú a mí) (¿No te da vergüenza, que sea yo el que te sirva de comer?)-. Es decir, lo que aparentemente era una acción positiva llevaba escondida una venganza.
Esperamos seguir contando con su atención en ésta su columna y agradecemos los cometarios recibidos a nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales (pmger@hotmail.com pmger@todito.com).
Reiteramos nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector quien hace que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. La siguiente semana veremos un tema nuevo de Despertar...es Administración de la Vida. Gracias por su atención.
?Quien no vive para servir, no sirve para vivir?.