(Primera parte)
ADMINISTRACIÓN DE LA VIDA
Ahora que ya podemos ver cuál es nuestra limitación psicológica, vamos a establecer una meta clara, concreta, concisa, precisa, real, para la cual vamos a trabajar en nosotros mismos los próximos seis meses. En una hoja en blanco anote los siguientes conceptos: su nombre, la fecha en que va a iniciar su meta, el puesto que ahora desempeña en la empresa en la que está trabajando, el salario mensual que percibe actualmente, la fecha final a seis meses de distancia, el puesto que quiere tener a esa fecha, cuánto quiere estar ganando a ese tiempo, cualquier otro logro que desee obtener para esa fecha como puede ser: realizar algún viaje, conseguir un compañero(a) para su vida, adquirir una casa, un automóvil, salud de usted o de algún familiar, terminar algún estudio o curso, en fin todo lo que usted desee.
Cuántas veces al finalizar el año, cuando estamos celebrando las fiestas de Año Nuevo, que hacemos el recuento de nuestra vida nos hemos dado cuenta de que ha pasado un año más y no hemos hecho nada... pero esto se debe solamente a que no nos hemos puesto una meta, a que no sabemos ni siquiera a dónde vamos, ni cuándo llegaremos, por lo tanto, nuestra mente no tiene nada contra qué trabajar.
¿Recuerda el cuento de Aladino y la Lámpara Maravillosa, en la que solamente con frotarla aparecía el genio y le concedía absolutamente todos sus deseos? Pues esa lámpara, ese poder, es su mente subconsciente, que todo lo que tienen que hacer es frotarla y pedirle.
El papel donde anotó usted todos sus deseos, lo dobla en dos, y lo coloca debajo del colchón donde usted pone su cabeza todas las noches, antes de quedarse dormido y después de dar gracias a Dios por el día va usted a decir: -aquí debajo de mi cabeza esta una meta para seis meses, que es: (aquí mencionamos todo lo que hemos escrito).
Más adelante, cuando estemos analizando la parte correspondiente al mecanismo de la mente veremos por qué es tan importante este ejercicio mental.
Por las mañanas cuando usted despierte, su primer pensamiento después de dar gracias a Dios por el día va a ser el de su meta que está trabajando y se va a decir así mismo: -Hoy es un día grande, hoy es el primer día del resto de mi existencia, hoy es un día nuevo para mí, y mi meta (aquí volvemos a repetir nuestra meta) hoy será una realidad, esto es lo que deseo, es para mi beneficio y así será.
Podría mencionar muchísimos casos que a lo largo de catorce años y más de ciento cincuenta mil personas que a través de los talleres y seminarios han pasado, y que han logrado cosas sorprendentes.
Recientemente me llamó una persona, que de momento no reconocí por el nombre, hasta que me dijo que había estado en tal seminario y que ahora era el contador de otra empresa que ya había hablado con el director general y había sido autorizado para impartir el curso, cuando nos entrevistamos, me dio su testimonio: -ingeniero- me dijo muy satisfecho de su situación actual. Quiero decirle que cuando pasé por este proceso de cambio, me puse tres metas muy altas en la vida y las tres se han realizado.
Otra persona que me encontré en el aeropuerto de Acapulco, Gro., en diciembre pasado, cuando me vio me comentaba emocionado: inge, una de las metas que más ambicionaba, era integrarme al personal docente del Tec, y ya lo logré. Usted también puede lograr lo que se proponga, siga esta técnica y por el amor de Dios, ya deje de quejarse.
La vida del hombre. Dicen que la vida del hombre se divide en décadas, vamos a ver cuál es su década ahora y tratemos de ubicarnos total y definitivamente en la vida.
La primera década es la niñez y corresponde desde que nacemos hasta el año diez. Esta época maravillosa de nuestra vida, donde todos fuimos tan felices, o por lo menos así nos pareció, en esos tiempos no teníamos ningún problema, pues al niño no le importan los desvelos de sus padres, los compromisos económicos, las situaciones sociales, el desempeño en el mundo, la deuda exterior, si gana el PRI, el PAN, el PRD o quien sea, se entretiene con cualquier juguete si lo tiene y si no, lo inventa.
En alguna ocasión que regresaba de la ciudad de Querétaro, Qro., en la madrugada, estando en la central camionera de aquella ciudad y que por cierto era tiempo de frió, como a las dos de la madrugada, ahí en una de las bancas de la sala de espera, estaba una mujer de condición (por su apariencia) muy humilde, con un niño en los brazos, arropado con su rebozo ya bastante raído, y otro niño como de dos años, que a sus pies jugaba con dos muñecos de plástico con las figuras de conocidos luchadores, estaba tan entretenido con su juego, que no le hacía ni el frió ni lo duro del piso, para él no existía la noche, todo lo que le importaba era su juego.
Y usted en su niñez ¿cómo la pasó? Cierre sus ojos y transpórtese a ese tiempo. ¿Verdad que fue maravilloso? Pero ¿cuánto duró ese tiempo?, parece que fue un suspiro, pasó tan rápido, que ya cuando menos lo pensamos pasamos a la segunda década.
La juventud es la segunda década que vivimos y corresponde al periodo entre los once y veinte años. Pasando por la infancia y la pubertad, esa época dorada, donde los jóvenes creen que se pueden comer el mundo, donde todo parece tan fácil, donde parece que nunca llegaremos a viejos, donde no aceptamos consejos de nuestros mayores. Decía monseñor John Fulton J. Sheen, siendo obispo de New York ?Lástima que la juventud se desperdicie en los jóvenes?, pues teniendo toda la energía, toda la libertad, todo el poder, toda la lucidez del entendimiento, ¿en qué lo usan?: en hacer huelgas, en encerrarse en sus recámaras y poner sus estéreos a todo volumen, en Marihuana Party, en pintarrajear paredes, en fin, en perder el tiempo (claro que hay excepciones) y el padre dice: ?mira hijo, termina tus estudios, ahora que no tienes ningún compromiso, mira cómo yo he sufrido para darles a todos ustedes las comodidades, pues yo no estudié? y el hijo contesta un tanto molesto y hastiado de que se le llame la atención constantemente: ?pues sí sufrirías padre, pero tal vez porque eras muy bruto, pero yo no, ya no son tus tiempos ahora todo es más fácil? y sale dando un portazo.
Pero también esta década pasa muy rápido y cuando menos pensamos ya estamos en la tercera década. Ésta que corresponde del año veintiuno al treinta y que es la década de la ubicación: ya tenemos veintidós, veinticuatro años, ya queremos casarnos, tener nuestra propia casa, ya nos molesta que nos llamen tanto la atención, ?sentimos que ya se nos está pasando el tren? ya queremos trabajar, tener nuestro propio dinero, ya no queremos depender de nuestros padres, queremos la libertad. Ya andamos muy en serio con la novia (o el novio) y nuestros padres nos dicen: ?mira hijo termina tu carrera y luego te casas?. ?Pero es que yo puedo muy bien estudiar y trabajar? ?contesta muy dueño de sí mismo el joven-.
Y llegamos a la década tal vez, más importante de nuestra vida la cuarta. Que comprende el año treinta y uno hasta los cuarenta. Cuando hemos trabajado en nuestra vida, con una meta definida, cuando realmente sabemos lo que queremos, cuando tenemos un objetivo claro en nuestra mente, a este tiempo ya deberíamos estar perfectamente bien ubicados en todos los niveles de nuestra vida.
Si terminamos ya nuestra carrera profesional y a los veintitrés años pusimos nuestro despacho, bufete, consultorio o negocio, a los cuarenta ya tengo perfectamente consolidada la clientela, los hijos están ya bien encaminados en la escuela, ya deben estar por lo menos en secundaria, la casa ya debe estar totalmente pagada. Si trabajamos para alguna compañía, ya tenemos diez y ocho o veinte años en ella, ya debemos ser por lo menos el gerente o un alto ejecutivo, es decir, nuestra vida está consolidada. La quinta década la veremos la semana que entra... Continuará...
Esperamos seguir contando con su atención en ésta su columna y agradecemos los cometarios recibidos a nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales (pmger@hotmail.com pmger@todito.com).
Reiteramos nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector quien hace que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. La siguiente semana veremos la tercera parte de ?Despertar... es? Administración de la Vida. Gracias por su atención.
?Quien no vive para servir, no sirve para vivir?.