Después de una decorosa actuación durante la etapa estatal, celebrada en Saltillo, el basquetbol lagunero protagonizó una página triste en su historia, al quedar fuera de toda posibilidad de avanzar a la Olimpiada Nacional, a excepción de la categoría Infantil Varonil, en donde se debe destacar la gran labor de Óscar Yander Hernández, apoyado por ese incansable impulsor del Deporte Ráfaga que es Guillermo Cartensen.
Hoy no es un secreto que el futuro de este deporte en La Laguna depende en gran medida de la labor altruista que realiza la Escuela de Basquetbol Algodoneros Laguna (Esbal). El equipo de Óscar Yander es actualmente tercer lugar nacional y a pesar de su derrota ante Nuevo León, en Matamoros le alcanzó para colarse a la etapa nacional, a celebrarse en Cuernavaca, Morelos.
No es fácil explicar las razones por las que hoy el basquetbol de La Laguna presenta un gran retraso, cuando en la región existe un enorme potencial que no se aprovecha por carecer de entrenadores que enseñen fundamentos y trabajen con verdadero deseo y convicción con los niños.
Salvador Flores nos compartía sus puntos de vista sobre la actuación del equipo de Cadetes Varonil, que perdió sus tres juegos en Matamoros, ante Tamaulipas, Nuevo León y San Luis Potosí. Qué interesante resulta escuchar los puntos de vista de una persona con varios años en el basquetbol, en donde inicialmente fue jugador y ahora se dedica a la difícil labor de enseñar.
Chava dijo que la calidad del equipo no es la que exhibió en Matamoros, consideró que a su plantel le hicieron falta juegos de preparación fuera de La Laguna y ante escuadras de buen nivel competitivo. Definitivamente contar en la actualidad con los recursos necesarios para ese proceso hoy todavía es un sueño, aunque la reciente charla que se sostuvo con Héctor Gaytán Mc Gregor, hace pensar que a partir del proceso de la próxima olimpiada, todo podrá ser muy diferente.
Salvador Flores aceptó su responsabilidad al señalar que su gente de confianza no le respondió, para darle al equipo las tres derrotas que siempre dolorosas, pueden dejar enseñanzas muy valiosas y aquí viene la parte medular del problema que hoy tiene al basquetbol lagunero muy por abajo del nivel que debe ocupar de acuerdo a su potencial.
Tanto a Salvador Flores como a Wilfrido Román o a cualquier entrenador que trabaje con jugadores de Pasarela, Cadetes o Elite, les llegan elementos sin los fundamentos y el trabajo formativo que se debe enseñar cuando el jugador es un niño y da sus primeros pasos en esta disciplina. Entrenadores como Jorge Niño Patiño, Abel Ocegueda, Óscar Yander Hernández o el propio Wilfrido Román, deben ser más aprovechados y en base a un programa perfectamente establecido, involucrarlos en la enseñanza de los niños, para que cuando éstos lleguen a las categorías superiores, ya tengan los recursos necesarios en cuanto al dominio de los fundamentos.
El día que este trabajo se realice como una rutina, las cosas van a ser diferentes y los entrenadores de Pasarela, Cadetes y Elite van a tener mayores posibilidades de realizar su trabajo de manera eficiente y en un plantel contarán con 12 jugadores de su entera confianza. El día que se presente un compromiso como los recientes en Saltillo (Estatal) y Matamoros (Regional) los entrenadores tendrán plena confianza en todos sus jugadores y no dependerán, como ahora, de seis o máximo siete elementos.
De cara al proceso de la actual Olimpiada, se tomó una decisión equivocada que no debe repetirse, al cancelar la etapa Municipal en Torreón y asignar a cada entrenador el trabajo con una categoría, esta decisión dejó fuera de toda posibilidad de participar, a muchos jugadores que de haberla recibido quizá hubieran aportado cosas importantes para obtener buenos resultados.
Hoy la realidad es triste, del basquetbol de La Laguna, sólo un representativo estará en la etapa final de la Olimpiada Nacional 2006, curiosamente un equipo de niños que cuenta con un entrenador especializado en el trabajo con los pequeños y que gracias al apoyo de un enamorado del basquetbol, tiene todo el apoyo necesario para una preparación adecuada.
Aspecto fundamental en el éxito, es la disciplina y ésta también se debe inculcar en el jugador desde que es niño y da los primeros pasos dentro de su formación. Hoy es natural ver jugadores indisciplinados que al no recibir un correctivo, día con día hacen más evidente su problema, en perjuicio del buen trabajo en equipo. La disciplina debe inculcarse desde que el niño se inicia en el basquetbol, con una importancia tan grande como cualquier fundamento, llámese bote, pase, tiro o pivote.
Se podrían escribir cuartillas y más cuartillas sobre este tema, pero nada podrá alcanzar el éxito deseado sin la labor desinteresada de los entrenadores, de quienes se requiere un trabajo con verdadero cariño para cada uno de sus jugadores, porque todos son importantes y no sólo quienes ayudan a ganar campeonatos.
