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PARÍS, Francia.- Las predicciones se cumplieron, así como el deseo de muchos aficionados al tenis. El número uno del mundo Roger Federer se medirá hoy domingo al número dos, el español Rafael Nadal, en la final del Abierto de Francia.
Nadal (segundo preclasificado) aplastó ayer al croata Ivan Ljubicic (4) 6-4, 6-2 y 7-6 (7), mientras que Federer (1) avanzó a una final parisina por primera vez en su carrera tras el abandono de David Nalbandián (3) cuando le ganaba al argentino 3-6, 6-4, 5-2. Desde 1984 no había una final en el Roland Garros entre los número uno y dos del mundo, cuando Ivan Lendl se enfrentó a John McEnroe.
En busca de su octavo Grand Slam con apenas 24 años, Federer tendrá que superar a un Nadal que ya suma un récord de 59 victorias consecutivas sobre tierra batida, además de haber vencido al suizo en cinco de sus seis enfrentamientos a lo largo de sus carreras.
?Sé que tengo el tenis para vencer a Nadal?, dijo Federer poco después de su partido, en el que se vio completamente desbordado por su rival antes de que éste comenzara a sentir un dolor en los abdominales. Nalbandián dijo basta al terminarse el séptimo juego del tercer set, cuando vio que no podía rendir al máximo por el dolor y que de poco le sirvió la pomada que le aplicó el masajista dos games antes. ?No es fácil perder así. Es peor cuando te lesionas. Me sentía jugando bien tácticamente... Esperaba ganar?, dijo Nalbandián, quien señaló que comenzó a sentir el dolor a mediados del segundo set.
Pensando que podía ser sólo un pinchazo, el argentino no pidió asistencia hasta el tercer set. Nalbandián señaló que el dolor lo experimentó en su partido de cuartos de final ante el ruso Nikolay Davydenko, aunque creyó que con dos días de descanso estaría ?perfecto?.
En la otra semifinal, Nadal tuvo el control absoluto del encuentro, inclusive en un tercer set en el que no hubo quiebres de servicio y el croata estaba lanzando saques de más de 220 kilómetros por hora. ?Sólo falta un partido para que mi temporada de tierra batida este año sea casi inmejorable?, dijo Nadal, quien no quiso darle importancia a las declaraciones de Ljubicic.
tras el partido cuando dijo que el español se demoraba una eternidad entre cada punto y que todo el mundo deseaba que ganara Federer.
?Cada uno dice lo que quiere. Hay que aprender a controlarse cuando uno pierde?, dijo el finalista.
Nadal, que a sus 20 años está a un paso de su segundo Grand Slam, necesitó de tres puntos de partido antes de sellar su boleto a la final, en una jornada de altas temperaturas, cielo despejado, pero fuertes vientos.