El mundo es redondo y pude ser que el lugar que
parece el fin sea sólo el principio.
Ivy Baker Priest
Estamos empezando un largo viaje alrededor de un año en el que seguramente encontraremos de todo. La vida como viaje. La vida como safari. La vida como peregrinación. La vida como jardín. La vida como el arte más elevado y vuelta a empezar.
Desde aquí le doy la más calurosa bienvenida a 2006 y antes que ninguna otra cosa queridos, fidelísimos lectores, los envuelvo en un abrazo apretadito y sabroso, y los conmino a que nos pongamos las pilas y encendamos todas las luces para circular por los próximos meses ya que el camino será peligroso y las señales confusas.
Las mañanas de enero, además de cuesta arriba, resultarán tediosas y frías por lo que le sugiero calentarlas con aromáticas tazas de chocolate caliente mientras esperamos que llegue el ventoso y loco febrero, momento en que ya estarán activísimas las pandillas basura ¡perdón! partidos políticos, convirtiendo nuestro dinero en contaminación y ensuciando cuanto muro les quede al paso con sus pegotes y sus mentiras.
Nos mentirán desde la tele, el radio y en todo lugar. Nos sonreirán con sus falsas sonrisas desde postes y anuncios espectaculares sin que podamos hacer nada para evitarlo. Eso sin mencionar lo ofensivo que resulta que estos bribones dilapiden ese platal en un país donde el 47 por ciento de la población vive en situación de pobreza. Ni modo, así están las cosas por ahora pero lo que corresponde para el futuro es cambiarlas.
Lo que corresponde es comprometernos a que ¡nunca jamás! tenemos que aprender de los países ricos y civilizados en donde algún candidato que realizara campañas tan costosas y contaminantes como las que realizan los nuestros; sería juzgado por crimen de lesa patria.
Menos mal que en marzo llegará la primavera -todos los años lo hace, espero que éste tampoco no falle- y vendrá especialmente cargada de promesas: consolidar al fin una democracia por la que estamos pagando tan alto precio, asumir la adultez ciudadana que impone vivir instalado en el presente, teniendo digerido el pasado y la disposición de enderezar el rumbo hacia el futuro.
En julio enfrentaremos el difícil examen de unas elecciones inéditas que de ningún modo podemos permitirnos reprobar. Tenemos que pasar a los candidatos por el microscopio antes de darles nuestro voto para conseguir un Gobierno que en lugar de dar de gritos por el muro que construyen nuestros vecinos en la frontera -muy su casa y allá ellos- trabaje para que todos los mexicanos consigamos en México las oportunidades y la calidad de vida que por ahora tenemos que buscar afuera. Ésa es nuestra tarea y hay tanto qué hacer... manos a la obra y Feliz Año Bueno.
adelace@avantel.net
