Informe | Descarta la pgr que organizaciones criminales estén detrás de los crímenes.
Niega fiscalía la existencia de asesinos seriales en la ciudad fronteriza.
El universal-AEE
MEXICO, DF.- La Procuraduría General de la República (PGR) descartó que en el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, existiera participación de organizaciones criminales dedicadas al tráfico de órganos, de narcotraficantes o ?polleros?, redes de pornografía, así como de sectas religiosas.
Durante una década, estas fueron hipótesis que surgieron para explicar la ola de feminicidios en esa ciudad fronteriza.
Un total de 379 asesinatos de mujeres a lo largo de más de una década no tiene relación alguna con estas teorías, y el 59.4 por ciento de los casos está vinculado con venganzas personales, pandillerismo, prostitución, farmacodependencia o violencia intrafamiliar, aseguró.
Sólo en la muerte de 24 personas, la PGR ejerció su facultad de atracción ante la línea de investigación de que pudieran tener una relación con el crimen organizado.
El informe final de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Relacionados con los Homicidios de Mujeres en el municipio de Juárez, Chihuahua revela que en dos años de investigación se descartaron las hipótesis que incluían la existencia de asesinos seriales.
En este rubro, se desechó la teoría de que todas las víctimas fueron seleccionadas por ser jóvenes y de bajos recursos económicos, que trabajaban en maquiladoras y tenían las mismas características físicas: cabello negro, tez morena, complexión delgada, que fueron mantenidas en cautiverio y abusadas sexualmente.
El documento indica que también se desechó la participación de sectas u organizaciones secretas, con motivaciones esotéricas, en la que se especulaba que estadounidenses realizaban ritos con las víctimas.
Se descartaron las ?motivaciones económicas?, como la PGR clasificó la hipótesis de que los homicidios de Ciudad Juárez tenían relación con la producción de películas pornográficas, en especial las llamadas ?hardcore? o ?cine snuff?, en los que se graban crímenes reales. En este rubro la dependencia englobó las versiones de que organizaciones de tráfico de órganos también podrían estar implicadas.
También se desechó la participación del crimen organizado, desde la teoría de que los homicidios se debían a pugnas entre narcotraficantes o ?polleros?, o que en fiestas de éstos donde participaban policías que asesinaban a las mujeres.