TRISTEZA | RECUERDAN HIJOS A SUS MAMÁS CON UN SENTIMIENTO DE NOSTALGIA POR YA NO TENERLAS.
EL SIGLO DE TORREÓN
Cientos de personas acuden a los panteones. A pesar de estar muertas no las olvidan.
TORREÓN, COAH.- Una madre sólo muere cuando sus hijos la olvidan, dice Magdalena Ríos Zamora. Hace 16 años que la suya falleció y asegura que la extraña como el primer día de su ausencia, por eso acudió al panteón municipal a llevarle un ramo de flores este Diez de Mayo.
Como Eva Zamora, cientos de personas visitaron los panteones municipales y particulares de Torreón. Fue necesaria la intervención de los policías preventivos y agentes de vialidad para controlar la afluencia de deudos.
María de Jesús González Romo perdió a su madre hace 13 años. Dice que no sólo acude cada Diez de Mayo a llevarle flores sino que trata de visitar su tumba cada mes o siempre que puede, y sobre todo el dos de noviembre.
?Yo vengo a dejarle flores a mi madre; siempre me acuerdo de ella. Hace 13 años que murió y desde entonces vengo a visitarla siempre que puedo. Es un día muy especial pero también muy triste, por eso me gustaría que las personas que todavía tienen a sus madres que las cuiden mucho y que la valoren?.
Alicia es hermana de María de Jesús. Cada Diez de Mayo acuden juntas a llevar flores a la tumba de su madre. Dice que ella era una mujer muy alegre: ?tengo tantos recuerdos, la verdad me regañaba mucho pero me lo merecía, la extraño mucho pero para mí todavía está viva porque está siempre en mi corazón; me hubiera gustado portarme mejor con ella?.
Gabriela Herrera Quintero acudió desde muy temprano al panteón municipal para visitar la tumba de su madre. Comenta que hace 21 años murió, ?era muy alegre con todos, nos cuidaba mucho, me acuerdo que a donde iba nos llevaba, siempre juntos, nunca nos dejó solos, fue la mejor de las madres porque a pesar de tener nueve hijos nos atendió muy bien?.
El mejor consejo que Gabriela recibió de su madre fue que nunca desamparara a sus hermanos y que tratara de mantener a la familia unida: ?creo que fui una buena hija porque nunca la dejamos sola, ojalá que quienes la tienen viva le den todo lo que puedan y la valoren mucho?.
Magdalena Ríos Zamora casi no puede hablar. Se le atoran las palabras en la garganta cuando habla de su madre, quien falleció un día de mayo hace ya una década. Dice que la extraña como el primer día que ya no la volvió a ver.
?Una madre es el tesoro más querido, la mía ya tiene muchos años de muerta pero la seguimos queriendo y recordando. Ella me decía que una madre muere el día que sus hijos la olvidan. Siempre está presente, nos decía que mientras la recordáramos estaría viva y con nosotros?.
