EL PAÍS
WASHINGTON, EU.- La base de datos del Centro Nacional Antiterrorista (NCT, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos (EU) tiene una lista de 325 mil nombres de individuos por supuestos vínculos con organizaciones terroristas, aunque el número real de personas se calcula en más de 200 mil, pues algunas aparecen bajo distintos alias.
Según el diario The Washington Post, que desveló ayer la existencia de ese inmenso listado, la gran mayoría de las personas incluidas en la base de datos reside fuera de Estados Unidos y nunca ha pisado ese país. La lista tenía sólo 75 mil nombres hace dos años. El NCT es un organismo creado durante la reorganización de los servicios de Inteligencia después del 11-S. Su carácter confidencial impide saber qué agencias de investigación han proporcionado los nombres de supuestos terroristas a la base de datos, aunque se sabe que fundamentalmente proceden de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y la ultrasecreta Agencia de Seguridad Interior (NSA, por sus siglas en inglés).
El volumen que ha adquirido la base de datos de supuestos terroristas es tan amplio como para hacer pensar que algunos individuos están ?repetidos? con identidades falsas. El hecho de que la NSA sea uno de los principales proveedores de nombres e identidades a este listado acrecienta la polémica sobre la manera de operar de esta agencia, responsable de las escuchas indiscriminadas permitidas por el Gobierno de George W. Bush. La NSA lleva a cabo escuchas telefónicas y cibernéticas sin orden judicial expresa.
En teoría, las escuchas sólo afectan a las comunicaciones entre Estados Unidos (EU) y el extranjero, no a las que tienen su origen y destino dentro de este país. Según una fuente anónima citada por el ?Post?, la mayoría de los nombres en la lista ?pertenece a ciudadanos no estadounidenses que residen fuera de EU?.
Es difícil salir de la lista
David D. Cole, experto en derecho civil en la Universidad de Georgetown, considera que el problema más grave no es estar en la lista sino salir de ella en caso de error ?cuando estar en la lista significa en la práctica que te negarán un visado para entrar y te pondrán en la lista de individuos a los que no se les permite subir a un avión?.
Varias asociaciones de defensa de los derechos civiles consideran que una base de datos de semejante magnitud contiene con toda seguridad los nombres de personas inocentes de toda sospecha. La base de datos confidencial está a disposición de cinco mil agentes implicados en los servicios de Inteligencia de lucha contra el terrorismo. Cada individuo está asignado a determinadas categorías, entre ellas ?miembro de una organización terrorista extranjera? o ?secuestrador?. También se especifica en cada caso si se considera o al individuo ?armado y peligroso?.
Derogan la ley que permitía derribar aviones secuestrados
La Fuerza Aérea alemana o el Ejército no podrán derribar un avión secuestrado por terroristas para estrellarlo sobre una ciudad. Así lo decidió ayer el Tribunal Federal Constitucional en Karlsruhe que, por unanimidad de los ocho jueces de su primera Cámara, declaró inconstitucionales algunos preceptos de la Ley de Seguridad Aérea que había entrado en vigor en Alemania a principios del año pasado.
La pesadilla del 11-S, el posible atentado con un avión secuestrado por terroristas, despertó en Alemania la necesidad de adoptar medidas legales para permitir la intervención militar y derribarlo en caso necesario. Se trataba de salvar un número de vidas mayor que el de los pasajeros del avión en poder de los terroristas.
El incidente en enero de 2003 cuando un perturbado sobrevoló durante varias horas Francfort con una avioneta y amenazó con estrellarla contra la sede del Banco Central Europeo desencadenó todas las alarmas apremiando a los legisladores alemanes.
