Para el Gobierno americano significa mayor acceso a los 44 millones de consumidores colombianos
AGENCIAS
Washington, EU.- Estados Unidos y Colombia firmaron ayer un Tratado de Libre Comercio (TLC) que rebaja los aranceles y fija normas comunes para la inversión y la propiedad intelectual, aunque aún necesita la aprobación de ambos Congresos para entrar en vigor.
La ceremonia, que tuvo lugar en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), fue un acto formal que no acerca en nada la aplicación del acuerdo, pero sirvió para marcar el fin de un proceso de negociaciones desarrollado a lo largo de 22 meses.
?Ésta es una victoria simbólica para la democracia en Colombia?, dijo el ?número dos? en materia de comercio exterior de EU, John Veroneau, quien suscribió el acuerdo en sustitución de su jefa, Susan Schwab, cuyo marido murió esta semana.
Por el lado colombiano lo firmó el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Jorge Humberto Botero, quien también resaltó el impacto del acuerdo más allá del ámbito económico.
?Este tratado es de gran importancia en el marco de la lucha denodada y sin cuartel que libra Colombia, con el decidido apoyo de Estados Unidos, contra el tráfico de drogas y el terrorismo?, dijo Botero en el salón de actos del BID, con un fondo de banderas estadounidenses y colombianas.
Tanto la Casa Blanca como el Gobierno de Bogotá mantienen que el acuerdo creará nuevas oportunidades económicas que darán a los colombianos alternativas a las actividades ilícitas.
Sin embargo, el acuerdo también tiene sus detractores. Ayer la organización humanitaria Oxfam afirmó en un comunicado que el pacto elevará el costo de las medicinas, al ampliar los monopolios de las compañías farmacéuticas.
Además, será la ruina, en su opinión, para muchos agricultores, dado que la bajada progresiva de los aranceles prevista por el Tratado les forzará a competir con los productores estadounidenses, que reciben subsidios millonarios.
Las objeciones al acuerdo en el Congreso de Estados Unidos llegan de otro frente: el laboral.
El legislador demócrata Charles Rangel, quien será el presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara Baja en enero, y su colega Sander Levin, calificaron hoy la firma del TLC como ?un paso muy contraproducente? .
Con su suscripción ?la Administración pierde una oportunidad clave para dialogar y trabajar con la nueva mayoría en el Congreso? , dijeron los dos demócratas, cuyo partido controlará la legislatura el próximo año.
Rangel demanda la inclusión en el acuerdo de Colombia, así como en el de EU con Perú, de las normas laborales internacionales que los países firmantes deben cumplir, so pena de sanciones.
Hasta ahora, tanto la Casa Blanca como el Gobierno de Colombia se han negado de plano a hablar de una renegociación del texto, pero hoy adoptaron un tono diferente.
?Nos sentaremos a trabajar con la nueva mayoría demócrata de buena fe y con la mente abierta para ver lo que es necesario y posible para que se aprueben estos acuerdos?, señaló Veroneau tras la ceremonia, en relación a los pactos con Colombia y Perú. Y añadió: ?no quiero entrar en si renegociaremos el acuerdo, eso es algo que juzga por anticipado el resultado de las negociaciones? con los demócratas.
Botero tampoco descartó la reapertura del texto. ?Cualquier inquietud del sector demócrata estamos dispuestos a considerarla y analizarla? , dijo a la prensa.
Para Colombia, la principal ventaja del acuerdo es un acceso ?seguro? al mayor mercado del mundo, según destacó Veroneau.
Actualmente, la mayoría de las exportaciones del país andino entra en EU sin pagar aranceles, gracias a la llamada Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de Drogas (ATPDEA).
Pero este privilegio es temporal y depende de su renovación periódica por parte del Congreso de EU, un proceso en el que está inmerso actualmente, dado que la Ley expira en diciembre.
Para EU, el Tratado significa un mayor acceso a los 44 millones de consumidores colombianos, así como protecciones adicionales para sus inversionistas.
Lo califican como ?histórico?
La Asociación Nacional de Exportadores (Analdex) de Colombia calificó ayer como ?histórica? la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre este país y Estados Unidos.
El presidente de la Analdex, Javier Díaz, aseveró en un comunicado de prensa que la firma del acuerdo es ?histórica para el país teniendo en cuenta los efectos positivos (que tendrá) para el crecimiento económico y para el bienestar de la población?.
Explicó que estos beneficios se vinculan a una ?mayor apertura comercial y al acceso preferencial permanente al mercado del mayor importador del mundo?, en alusión a Estados Unidos.
El ministro de Comercio Exterior de Colombia, Jorge Humberto Botero, y el representante comercial adjunto de Estados Unidos, John Veroneau, firmaron ayer en Washington el TLC entre los dos países, cuya negociación finalizó en febrero pasado.
El texto del acuerdo bilateral deberá ser analizado ahora por los congresos de los dos países para que entre en vigor en el segundo semestre de 2007 o en los primeros meses de 2008.
La privada Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) de Colombia estimó por su parte que el comercio agregado de este país sudamericano podría aumentar un 40.5 por ciento en los próximos tres años gracias al TLC con Estados Unidos.
?Esto se reflejará en un mayor crecimiento económico y oportunidades de negocios para grandes y pequeños empresarios, además de generación adicional de empleos calificados y no calificados?, anotó Fedesarrollo.
Botero dijo tras la firma del TLC entre los dos países que ?este acuerdo impulsa y protege los intereses de Colombia y se constituye en una herramienta fundamental para lograr un mayor crecimiento de la economía?.
Añadió que la firma del TLC con Estados Unidos es ?un ejemplo de participación y concertación. La identificación de los intereses de Colombia ha sido el resultado de la construcción de consensos sectoriales y regionales?.
Colombia aspira aumentar con el TLC sus exportaciones al mercado de Estados Unidos, el cual capta un 42 por ciento de las ventas de este país al exterior que para este año están estimadas en unos 25 mil millones de dólares.