Racismo en las tribunas
Es inconcebible que, tanto directivos como jugadores del Santos, minimicen o nieguen los hechos ocurridos durante el partido del pasado sábado frente a los Rayados del Monterrey.
No es racismo dice Graniolatti, ¿entonces qué es? pregunto yo, cuando ya hubo antecedentes con Rodallega del mismo equipo rayado y con Kléber del América; ambos jugadores de color.
No escuché, apunta el Pony Ruiz, cuando hasta el arbitraje no sólo sí lo escuchó sino que lo asentó en la cédula arbitral.
El colmo llega con Paco Gabriel de Anda, cuando aún y con todo, defiende a la seudoafición calificándola con un diez.
Por si el señor nunca lo ha visto o no se ha dado cuenta, le comento que los aficionados que se dan cita al estadio Corona tienen por fiel costumbre arrojar líquido de dudosa procedencia o cualquier tipo de objeto al jugador contrario que osa cobrar un tiro de esquina en contra del equipo de sus amores, así como a la banca contraria.
¿Hasta cuándo van a aprender a tratar con respeto al equipo contrario?
Será que ahora nos llamarán: La Comarca LagunAria?
Miguel Núñez LL.,
Torreón Coahuila.
Delito de violación
No es posible que nuestros diputados hayan llegado a tal degradación moral, ética y humana, al derogar una fracción en la penalidad que dictamina el Artículo 300, sanciones y figuras típicas de corrupción de menores, facción I. del Código Penal vigente en el Estado.
Definitivamente los diputados están protegiendo el delito de violación, ya sea físico o sicológico, ya que sólo se sancionará a quienes dañen a menores de 16 años y los derechos de los de menor edad serán vistos como práctica o enseñanza sin ningún castigo queda la violación en menores de 16 años.
¿Bajo qué oscuros intereses han derogado dicho inciso? es necesario que dichos diputados manifiesten las razones para aprobar dicha derogación y más quien o quienes presentaron la iniciativa, esto necesariamente obliga al C. Gobernador a vetar dicha aprobación, ya que va en contra de los derechos de la gente de que se le mancille en su vida de seguridad y bienestar social, jurídico y humano.
Nos preguntamos -y afirmamos- que quien o quienes favorecieron esta enmienda son pederastas y con tendencias al homosexualismo. No podemos definir otra cosa dada su visualización en un delito de tal magnitud.
Alberto Lara Noriega,
Torreón Coahuila.