Libertad de expresión
Utilizando la libertad de expresión como salvoconducto, y en su afán infinito por justificar la actitud del tabasqueño que fue candidato a la Presidencia, la periodista Manú Dornbierer intenta poner en duda la reputación y calidad educativa de algunas universidades. Su columna publicada en este periódico el pasado domingo tres de septiembre, habla acerca de la paupérrima calidad moral de los consejeros del IFE, y apuntala sus comentarios basándose en que algunos de ellos fueron catedráticos o estudiantes de instituciones a las que describe como neoliberales. Ella acude con gran frecuencia a este adjetivo cuando quiere dar una connotación negativa a alguna persona, ciudad u organización.
Ofrecer como prueba de su información el hecho de que varios consejeros tienen o tuvieron relaciones con instituciones como el ITESM, el ITAM, las universidades Iberoamericana y Anáhuac entre otras, significa desde mi punto de vista, una gran falta de respeto a estos organismos autónomos y autosuficientes, formadores de importantes líderes en todos los campos de las ciencias y humanidades.
El periodismo de Dornbierer se ha vuelto incendiario y falto de argumentos objetivos, además de su marcada parcialidad hacia el personaje que menciono al inicio de mi comentario.
Aclaro que nunca he pertenecido, no pertenezco ni perteneceré a algún partido político ni grupo religioso. Tampoco soy ni fui estudiante, catedrático o trabajador de las universidades que aparecen en el artículo en cuestión.
Salvador Barrera García
Torreón, Coahuila
Puntadas en el Informe
Primera: Un diputado se quejó del cerco militar que se instaló en el palacio legislativo. Ignoró el bloqueo que su partido hizo y que causó mucho daño.
Segunda: Una diputada inició su discurso diciendo: hoy, hoy, hoy, me avergüenza vivir en un país de pobres. Qué cínica, qué patética. ¿ No se avergüenza de ganar un sueldazo en un país de pobres? ¡Claro que no!, a mí tampoco, pero me repugna y da coraje.
Tercera: Por la noche de ese día, en mesa redonda unos políticos llegaron a una conclusión: hacer mil cambios a nuestra Constitución para evitar actos como los de ese día. Yo creo que con un cambio que hagan es suficiente, quitar a toda la manada de políticos actuales. Ya nos demostraron para qué sirven. Atrás de un efecto hay una causa o causante. Detrás de una tontería hay un tonto; de una locura hay un loco. Cuando se junta un tonto con otro tonto hacen una mensada, si se les junta otro, hacen una idiotez, si se les agrega un loco hace una comedia o una tragedia, no esperemos a que esto suceda.
Cuarta: Un líder sabiamente dijo: El pueblo es el único que debe elegir a su presidente. Es muy cierto, felicidades. Pero también el pueblo debe decidir lo que debe ganar un gobernante. Debemos empezar por ponerle un salario mínimo a su chofer que gana 60 mil pesos al mes.
Quinta: Al finalizar la sesión previa al Informe los diputados entonaron nuestro Himno Nacional. El hacerlo o escucharlo invita a defender a nuestra patria de todo agresor. Pero para qué queremos enemigos si ya los tenemos en casa, con sus actuaciones están destruyendo a nuestro país. Yo creo, que en lugar de haber entonado nuestro himno, debieron haber cantado: Y sigo siendo (defendiendo a mi) rey.
Eduardo González Caldera
Torreón, Coahuila