Vaya si han sufrido los Algodoneros de la Comarca desde su nacimiento en el año 2000, junto con la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP). El equipo que encabeza Eduardo Ganem Pérez se ha mantenido contra viento y marea en cada una de las siete temporadas y luce como pionero, junto a las escuadras de Ciudad Victoria, Matamoros, Ola Roja del Distrito Federal y los Osos de Saltillo, hoy Lobos de la UA de C.
El común denominador ha sido la falta de apoyo y a pesar de todo, el equipo ahí se mantiene, con momentos de alegría y tristeza para sus seguidores, pero con una sola verdad: la Comarca Lagunera hoy goza del espectáculo del basquetbol profesional. Jugadores de gran calidad aquí han dejado su huella y cómo olvidar los nombres de Jason Cox, Matt Watts, Kish Lewis, Willie Pagán, Alex Falcón y Robert Day, sin olvidar a los actuales: Issac Gildea, Dallas Logan y el singular ?Loco? Velasco.
En cuanto a los coaches del equipo, sólo dos se han tenido de calidad que se requiere; Jorge Niño Patiño, estratega en la primera temporada, y Javier Díaz-Castroverde Núñez, que a pesar de lo que se diga, es un hombre estudioso, que gusta del trabajo y la disciplina, aunque en este último aspecto se ha batallado a lo largo de la historia.
Hoy el equipo lagunero tiene aquí un enemigo más, un espía gratuito para los equipos visitantes, quienes reciben toda clase de información sobre el accionar de Algodoneros; es una situación muy lamentable, de la cual la directiva y algunos jugadores ya están enterados, por lo que pronto podría haber quienes no puedan ingresar al Auditorio Municipal de Torreón para los juegos de la LNBP.
En su historia, paralela a la de la LNBP, Algodoneros de la Comarca ha sufrido reveses muy drásticos, como en aquel play off en Ciudad Juárez, cuando no había garantías para el conjunto lagunero en el gimnasio de aquella frontera, y cuando éstas se pidieron vino como respuesta la pérdida de los partidos en la mesa.
De cara a la temporada 2006, la directiva que encabeza Eduardo Ganem Pérez decidió hacer las cosas de la mejor manera posible, en busca de los buenos resultados que merece la noble afición que en cada juego se da cita en el Auditorio Municipal de Torreón. El primer paso fue contratar a un coach de calidad comprobada y experiencia en el profesionalismo; no podían faltar los comentarios que pretenden descalificar a Javier Díaz-Castroverde Núñez, pero sólo basta presenciar los entrenamientos del equipo para percatarse de el estratega ibérico tiene la calidad necesaria para hacer que el equipo vuele alto.
El primer revés de 2006 fue la lesión de Marcus Fleming, jugador que ha llegado a la NBA con los Reyes de Sacramento, pero al que los problemas físicos le impidieron establecerse en el mejor basquetbol del mundo. En lugar de Fleming se activó al conocido Fred Hooks, que días después sufrió una lesión en el tobillo, en casa frente a los Correcaminos de Reynosa. Ahora se optó por Malcom Battles, moreno de indudables cualidades pero que debe ofrecer mayor regularidad en sus actuaciones.
Es común encontrar todo tipo de comentarios en cada juego de Algodoneros; el jueves anterior, frente a Monterrey, un aficionado decía que el equipo carece de un líder, tanto en la cancha como en la banca; su esposa, también gran aficionada, hablaba de la necesidad de ofrecer un espectáculo de calidad para atraer a los patrocinadores que se requieren.
Y es en el punto anterior en donde se centra toda la situación de Algodoneros de la Comarca, porque hoy es muy sencillo decir que al equipo le falta tal o cual jugador, pero en ocasiones el recurso no es suficiente para tener una quinteta como los aficionados quieren. Los Lobos de la UA de C, Saltillo presenten en su uniforme logotipos del Gobierno del Estado y del Inedec, por lo que la pregunta es obligada, ¿Torreón no es Coahuila. Qué debe hacer Algodoneros para recibir un apoyo similar?
En La Laguna hay una gran afición por el basquetbol, pero muy pocos de esos aficionados se retratan en la taquilla y buscan la forma de ingresar libremente al Auditorio Municipal, en lo que representa una merma importante en las finanzas del club. El día que todos esos aficionados hagan conciencia de lo que cuesta mantener en operación un equipo de basquetbol profesional, entonces todo será diferente, el público podrá sentirse parte de la organización y tendrá todo el derecho de señalar las cosas que su criterio y conocimiento del deporte le dicten.
Hoy Algodoneros es un equipo integrado por jugadores de gran calidad, lamentablemente algunos de ellos, considerados como titulares, no llevan una vida ordenada, como hoy en día lo exige el deporte de alto rendimiento a sus protagonistas. Profesionalismo, entonces, es la palabra clave para el éxito de Algodoneros, porque calidad hay de sobra en sus integrantes y para muestra sólo basta recordar el último cuarto del partido frente a los Lobos de la UA de C.
Y muy lamentable el desorden que priva en la LNBP, sobre todo cuando se trata de sanciones que el propio organismo ha establecido para algunos jugadores rijosos. No es posible que aún no se tenga el fallo a favor en el caso de las irregularidades de los Lobos Grises de la UAD, al alinear indebidamente al jugador Myron Allen, suspendido dos partidos; a la directiva duranguense no le interesó la sanción y al secretario técnico, Jorge Richotti, lamentablemente le tiembla la mano para emitir una decisión basada en algo que la misma liga estableció.
Sería interesante conocer el punto de vista de Modesto Robledo al respecto, pero es difícil localizar al presidente de la LNBP, que también podría emitir su puntos de vista sobre el problema de Alex Falcón, suspendido diez partidos y con 40 mil pesos por la conducta que observó en el play off de 2005. Y bueno sería también escuchar a Modesto Robledo sobre las anomalías de varios equipos que no han respetado las categorías a la hora de contratar jugadores. El espíritu del reglamento en ese aspecto es hacer que la competencia sea más nivelada para beneficio del espectáculo y sobre todo, de los aficionados que lo sostienen.
