Afirman que el Gobierno de EU sólo busca tener injerencia en AL.
NOTIMEX
BOGOTÁ, COLOMBIA.- La estrategia antidrogas de Estados Unidos, centrada en la erradicación de la producción de estupefacientes más que en la reducción del consumo, ha sido un ?rotundo fracaso?, afirmaron líderes sociales de Colombia.
Dirigentes de organizaciones agrarias e indígenas del país indicaron que Estados Unidos ?no ha podido? acabar con el narcotráfico, y que sólo busca tener injerencia en América Latina con el argumento de luchar contra las drogas.
El Departamento de Estado estadunidense presentó el miércoles su Reporte Internacional para la Estrategia y Control de Drogas 2005, evaluación unilateral con la que el Congreso determina la ayuda que otorga a cada país en ese rubro, en particular en América Latina.
?La política antidrogas de Estados Unidos en Colombia lleva 30 años y no ha podido acabar con el narcotráfico?, aseguró el vicepresidente de la Federación Sindical Agropecuaria (Fensuagro), Hubert Ballesteros.
El dirigente de la Fensuagro, organismo que agrupa a unos 80 mil labriegos en el país, estimó que Estados Unidos y el Gobierno de Colombia sólo ?atacan el eslabón más débil de la cadena, como es el de los cultivadores de la hoja de coca o amapola?.
Ballesteros mencionó una serie de organizaciones sociales de Colombia que coinciden en que la lucha estadunidense contra el narcotráfico es un fracaso, y que atenta además contra los derechos humanos en América Latina.
Registros de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia indicaron que el área sembrada con cultivos ilícitos en este país llegó a 160 mil hectáreas en 2000, mientras que para 2005 la extensión se situó entre 80 mil y 114 mil.
El presidente de la agrupación indígena ONIC, Luis Evelis, planteó por su parte que ?mientras exista consumo seguirán existiendo cultivos ilícitos, así fumiguen todo lo que quieran?.
Para los dos dirigentes sociales, está probado que las fumigaciones sólo provocan el traslado de los campesinos cultivadores, pues siempre encuentran mercado para la hoja de coca.
?Las organizaciones populares nos oponemos a las fumigaciones forzadas y aéreas, porque afectan el ambiente, la salud de la población, contaminan las aguas y dañan los cultivos básicos de los campesinos?, apuntó Evelis.