Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se presentan ante nuestro espíritu hasta que ya es demasiado tarde.
André Gide, escritor francés.
Es posible conseguir algo luego de tres horas de pelea, pero es seguro que se podrá conseguir con apenas tres palabras impregnadas de afecto.
Confucio, filósofo chino.
No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras.
Juan Luis Vives, humanista y filósofo español.