EFE
RIYADH, ARABIA SAUDITA.- Un comando terrorista intentó ayer atentar contra la mayor refinería de petróleo del mundo, en la ciudad saudita de Abqaiq, en una acción que resultó frustrada por los agentes de Seguridad de la instalación, que abatieron a los terroristas, que podrían pertenecer a la red Al Qaeda.
El portavoz del Ministerio saudita del Interior, Mansur Al Turki, declaró a la cadena de televisión Al Arabiya que dos guardias de Seguridad resultaron muertos durante la operación para neutralizar al comando terrorista, que podría haberse infiltrado en Arabia Saudita procedente de Yemen.
Previamente, el Ministerio saudita del Interior informó que los terroristas circulaban en dos coches bomba que pretendían detonar en el interior de la refinería petrolera.
Sin embargo, la actitud de los terroristas llamó la atención de los equipos de Seguridad de la refinería, que abrieron fuego antes que los vehículos se pudieran acercar a las puertas del complejo petrolífero, aunque llegaron a explotar.
Fuentes del Ministerio saudita del Interior precisaron que los daños causados por dichas explosiones se limitaron a un pequeño incendio, que fue rápidamente controlado en el momento del ataque y que no tuvo ninguna influencia en la producción de crudo del país, que abastece la sexta parte del petróleo mundial.
El atentado es el primero directo contra las instalaciones petroleras del país desde que la organización terrorista de Al Qaeda lanzara en mayo de 2003 una campaña de ataques suicidas destinados a derrocar al régimen saudita.
Además, el ataque se produjo poco más de un año después que el líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, instara a sus simpatizantes a atacar objetivos petroleros saudíes porque “no sirven a los intereses de la nación islámica, sino a sus enemigos”.
Los grupos radicales islámicos intentan debilitar al régimen saudita mediante ataques a los puntos vitales del país, como refinerías o pozos de petróleo o las nutridas colonias de extranjeros que trabajan como técnicos especialistas en numerosos campos.
Desde 2003 la oleada de ataques y atentados, atribuidos casi todos a grupos vinculadas a Al Qaeda, ha dejado más de un centenar de muertos, entre ellos algunos extranjeros.
Según Al Arabiya, los coches de los terroristas iban camuflados con los emblemas de la compañía petrolera saudita Aramco, que dispone de un laboratorio importante en la instalación petrolera.
Al ser ayer viernes, día festivo en el mundo musulmán, muchos de los trabajadores de Aramco estaban fuera de servicio, por lo que las instalaciones se encontraban casi vacías, razón por la cual no se produjeron más víctimas.