EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- Las vacaciones llegaron a su fin y con la mente relajada, pero es hora de pensar en que mucha gente además de cargar la pila acumuló algunos kilos y ciertas cantidades peligrosas de colesterol malo, por lo cual es conveniente acudir al médico y someterse a un examen de rutina.
Y es que en los días de descanso, sobre todo cuando se viajó a lugares de costa, los platillos se cargaron de camarones, langosta, pulpo, langostinos, almejas y jaibas, frutos deliciosos del mar que tienen el mayor contenido de colesterol.
El doctor Guillermo Fanghänel, jefe de la Unidad de Factores de Riesgo del Hospital General de México, recuerda que es una tradición que durante la Semana Santa se evite el consumo de las carnes rojas y la gran mayoría de los mexicanos se alimenta de productos provenientes del mar.
?Es fundamental que toda persona sepa cuánto colesterol circula por su sangre, con ello evitarán una posible enfermedad coronaria, por ejemplo: un infarto cerebral o cardiaco?, advierte.
Cuando los niveles de colesterol se elevan es necesario que la persona deje de ingerir productos de alto contenido de este elemento durante unos tres meses, para después someterse a exámenes a fin de saber si bajaron.
Si no disminuyen se le debe administrar un medicamento de la familia de las estatinas, como atorvastatina, que es excelente para disminuir los niveles de colesterol en el organismo, según Fanghänel.
Menciona que el aumento de colesterol malo no duele ni da ninguna molestia, por eso ?es importante que se chequen cuando menos una vez al año a partir de los 30?, y es ?fundamental evitar alimentos altos en colesterol, realizar ejercicio físico constante, no consumir tabaco y monitorearse la presión arterial?.