Washington, (EFE).- La tradición dice que cuando uno se muere "se va al cielo para siempre" y los funerales espaciales, un lujo cada vez más popular en EU, ya lo convierten en "realidad".
Ese es el cometido de Space Services, una empresa de Houston (Texas) que se vanagloria de ser "la única del mundo que ofrece funerales espaciales".
La compañía esparcirá próximamente más allá de la órbita terrestre las cenizas de cientos de estadounidenses, entre ellos las de James Doohan, actor ya fallecido de la serie Star Trek que verá cumplido su sueño de flotar eternamente en el espacio.
Los sepelios siderales forman parte de una variopinta gama de servicios con los que distintas empresas buscan poner el espacio al alcance del ciudadano común.
Spaces Services dice contar con una lista creciente de "clientes", atraídos no sólo por precios bajos, sino también por tentadoras promesas, como el "entierro lunar", que pondrá en marcha tan pronto como EU reinicie las expediciones a la Luna.
Las familias de las más de 200 personas cuyos restos flotarán a partir de julio próximo en el espacio pagarán entre 995 y 5 mil 300 dólares, una tarifa por debajo de los 8 mil dólares de media que cuestan los funerales terrenales en EEUU.
La página web de la compañía (www.memorialspaceflights.com) recoge la historia y peripecias de quienes tras morir volarán a bordo de un cohete "multiusos", que transportará, además de las cenizas, un satélite de comunicaciones.
Entre ellos figura Allyson Diana Genest, que falleció a los 38 años y que pidió que sus restos se enviasen al espacio. "Los que la conocimos y la quisimos la veremos cada vez que miremos a las estrellas", dice un recordatorio escrito por sus familiares.
Pero los entierros no son el único "negocio" espacial.
Beyond Earth Services lanzará en octubre próximo un cohete cargado de objetos personales, como fotografías, que devolverá "con certificado" galáctico a sus propietarios tras el viaje y el pago de entre 99 y 2 mil 500 dólares, dependiendo del peso del envío.
"El turismo espacial está todavía despegando y cuesta al menos 200 mil dólares, algo que la mayoría no se puede costear", dijo a EFE Joe Latrell, presidente de la compañía, quien sostiene que su empresa ofrece "experiencias siderales" a precios módicos.
Su idea puede parecer descabellada pero Latrell ha recolectado ya más de 200 objetos, entre ellos un kit para un experimento científico y un ornamento navideño, al que sus dueños podrán seguir la pista a través de un vídeo en internet que reproduce las imágenes de una cámara instalada en el cohete.
Susan Schonfeld, portavoz de Space Services, cree que este interés creciente por el cosmos no es más que un adelanto de la frenética actividad espacial que se avecina.