EL UNIVERSAL
MÉXICO, D.F..- Colocar una microscópica partícula -decenas de veces más pequeña que el diámetro de la antena de una mosca- en el interior de la célula, con la capacidad de irradiar energía y destruir algunos tipos de cáncer, como el de piel, pareciera ciencia ficción; sin embargo, en unos 10 años podría ser una realidad, gracias a la nanociencia.
Esta rama científica relativamente reciente, según explica Sergio Ulloa, investigador de la Universidad de Ohio, es una amalgama de varias ciencias como la biología, química y física, que tiene como meta crear nuevos dispositivos en tamaños microscópicos que pudieran usarse en áreas como la medicina o la informática.
La capacidad de estos dispositivos sería enorme, debido a que un nano -unidad métrica empleada en esta ciencia- es la millonésima parte de un milímetro, por lo que sus desarrollos, por ejemplo en informática, pudieran hacer aparatos computacionales más pequeños y con capacidades cientos de veces mayores a los actuales.
Sin embargo, el hacer investigación en este campo puede resultar sumamente costoso, principalmente por algunos instrumentos de varios millones de dólares que suelen usar los científicos, explicó Ulloa.