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Gabinete de AMLO/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“Las mejores mentes no están en el

Gobierno. Y si estuvieran, ya las habría contratado alguna empresa”.

Ronald Reagan

Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se adelantó nuevamente a sus rivales y sugirió, en una entrevista con Joaquín López Dóriga en Televisa, tres posibles miembros de su Gabinete: Rogelio Ramírez de la O en Hacienda, José María Pérez Gay en Relaciones Exteriores y Juan Ramón de la Fuente en Gobernación. No sé cuál sea la posición del doctor De la Fuente, quien sirvió como secretario de Salud en el Gobierno del priista Ernesto Zedillo, pero los otros dos son ya colaboradores de López Obrador y aparentemente estarían felices de ocupar esos cargos. Lo importante en el anuncio es que Andrés Manuel, quien se encuentra adelante en todas las encuestas, está buscando eliminar la incertidumbre generada por la posible composición de su Gabinete.

Es demasiada la gente que dice que no se preocupa por tener a López Obrador en Los Pinos -o en Palacio Nacional- pero se aterra ante la posibilidad de ver a una Dolores Padierna en Hacienda o a un Martí Batres en Gobernación.

Los tres posibles miembros del Gabinete de López Obrador tienen una característica en común: ninguno es miembro del PRD.

Por otra parte, los tres han obtenido el respeto de muchos en sus campos de actividad. Ramírez de la O es economista de la UNAM con doctorado de la Universidad de Cambridge en Inglaterra. Ha encabezado durante décadas su propia consultoría, Ecanal y ha participado en los consejos de Administración del banco ABN-AMRO y de Grupo Modelo.

Ha ganado fama por ser entrevistado y citado con frecuencia por la prensa internacional, especialmente cuando los reporteros buscan puntos de vista contrarios a los de los últimos regímenes de nuestro país. No es Ramírez de la O un economista liberal. Desde siempre ha defendido políticas de intervención del Estado en la economía, aunque no pierde de vista la necesidad de mantener un mercado. Pero esa filosofía es precisamente la que López Obrador se propone aplicar en lo económico si llega a la Presidencia de la República.

Quienes pensaron que un economista liberal, como Agustín Carstens del FMI, podía ser secretario de Hacienda con el tabasqueño no entienden el tipo de país que éste quiere construir. José María Pérez Gay es conocido principalmente por su trabajo como director del canal 22 de televisión -donde hizo una programación aplaudida por los intelectuales aunque carente casi totalmente de público- y por su labor como escritor. Lo importante en este caso, empero, es que se trata de un miembro del servicio exterior mexicano. Su designación como canciller sería, por lo tanto, una reivindicación para los integrantes de ese servicio que se han sentido justamente desplazados por los políticos sin experiencia que llegan a Tlatelolco.

Juan Ramón de la Fuente ha sido un buen secretario de Salud y un buen rector de la UNAM. Puede uno objetar la manera en que ha maniobrado para conseguir más recursos para la Universidad o la forma en se ha negado a hacer una reforma al sistema de cuotas de la institución. Pero sin duda ha logrado que la institución educativa con mayor número de estudiantes en el país regrese a la tarea académica.

De la Fuente tiene una excelente reputación en los círculos intelectuales, lo cual le serviría para llevar a cabo la compleja labor de conciliar a los distintos grupos políticos que debe hacer un secretario de Gobierno. No queda claro, sin embargo, si aceptaría servir en un Gabinete de López Obrador. La decisión de López Obrador de dar a conocer a tres posibles miembros de su Gabinete tiene riesgos. Una de las tácticas con las que un candidato mantiene el apoyo de sus simpatizantes en una campaña es hacerlos creer a todos que ocuparán cargos de responsabilidad.

Me imagino que hay muchos perredistas que se veían ya despachando en el Palacio Nacional, en Tlatelolco o en el Palacio de Covián por lo que hoy les será difícil mostrar el mismo entusiasmo en la campaña. Pero para un candidato que lleva nueve puntos de ventaja sobre sus rivales más cercanos, y que proviene de un partido de izquierda, es importante mostrar que está dispuesto a ir más allá de su partido para encontrar a los mejores mexicanos para los cargos de responsabilidad.

Esto es lo que trató de hacer en un principio Vicente Fox, sólo que en los últimos tiempos ha preferido recurrir a sus amigos para llenar los huecos que le van quedando en su Gobierno. Así es difícil tener un

Gabinete capaz. López Obrador está mandando una señal a los electores y a los inversionistas de que él sí está dispuesto a constituir ese Gabinetazo que prometió Fox y sin necesidad de recurrir a los cazadores de talentos que tan mal trabajo hicieron para el actual presidente.

RESERVAS

Ayer el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, sugirió lo mismo que yo pedí hace algunas semanas en este espacio: que una parte de las reservas internacionales se use para pagar deuda. Para que esto ocurra sanamente, sin embargo, es necesario que “se abran espacios presupuestarios para que el Gobierno pueda adquirir esas reservas sin endeudamiento en pesos”. En otras palabras, el Gobierno debe tener un superávit fiscal.

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

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