Día soleado en Leipzig, nubosidad variable en México y lluvia en Buenos Aires. Un día de sentimientos encontrados, si bien Argentina es la tierra en donde nací, México me produce una cadena de sentimientos, en la cual el partido lo analizo desde el punto de vista futbolístico.
Gol del Tricolor a los cinco minutos, cierra Rafael Márquez al segundo palo, luego de un tiro de costado por Pavel Pardo y desviado en el primer palo, empata Argentina a los nueve minutos, que comienzo de partido señores.
México ataca mejor y la albiceleste tiene mucho juego hacia los lados y no para adelante, con un medio campo que no se adapta al partido y muy lento en su juego.
La Verde entró al partido al 100 por ciento de concentración, su rival no, el Tri llegaba, ganaba los rebotes y tenía mucha precisión en sus pases, una Selección de México que mostró su verdadero nivel, con la casa en orden, un ritmo de juego en donde su rival estuvo por debajo.
A esas alturas del partido al Tricolor le convenía que no hubiera descanso y se jugara de corrido hasta los 90 minutos, Argentina ansiaba que terminara el primer tiempo, no tenía ritmo, con un medio campo muy lento, llegaba tarde a la marca y la diferencia se notó en la jugada de Gabriel Heinze (debió ser expulsado).
México bajó su nivel en el segundo tiempo y Argentina lo supo contrarrestar por momentos con la tenencia del balón y con un golazo de Maximiliano Rodríguez, sacado de otro partido en un alargue de mucho sufrimiento para los aficionados argentinos.
El Tricolor sintió la salida de Pavel Pardo en el primer tiempo y su afición se fue mermando a medida que pasaban los minutos.
Avanza Argentina que no convenció para nada en su juego, en donde se encontró un rival que le incomodó mucho el partido y se plantó muy bien en el terreno de juego, aprendizajes o lección de este partido, Argentina deja la imagen de que si no cambia para el próximo partido su medio campo va a tener muchos inconvenientes.
El técnico José Pekerman debe tener en cuenta que Milito puede suplantar muy bien a Gabriel Heinze, quien resiente la inactividad de los últimos meses.
México debe tomar en cuenta que cuando se pone a cada jugador en su posición y sale convencido puede hacer excelentes partidos, al Mundial no se va a hacer experimentos como contra Portugal.
El Tricolor sigue siendo el ya merito y esperemos que para el Mundial de Sudáfrica 2010 puedan dar la sorpresa de llegar a las semifinales.
Hasta la próxima.