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LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Hasta los actores "serios" se soltaron el pelo, y ¿por qué no? Terrorismo, sexualidad y tragedia fueron los temas dominantes en los Globos de Oro, pero las fiestas posteriores a la ceremonia reflejaron una verdad menos pesada: diversión.
Los pachangueros anduvieron de un lado a otro entre las fiestas que se realizaron en el Beverly Hilton, sede de la 63 Entrega Anual de los Globos de Oro.
La fiesta más exuberante -la de Warner Bros. con la revista InStyle- le dio la bienvenida a gente de la talla de Felicity Huffman, Charlize Theron, Kevin Spacey y Jamie Foxx.
Huffman, ganadora como mejor actriz dramática, no sólo corrió a la pista de baile con su esposo, el también actor William H. Macy, sino que se apropió de ella.
"¡Es la mejor noche de mi vida!", expresó Huffman, mientras se reía con una amiga.
La actriz, laureada con el Emmy por su actuación en la serie Esposas Desesperadas, obtuvo su Globo de Oro por la cinta independiente Transamerica, en la que ofreció una actuación seria y matizada como una transexual antes de operarse.
"Es un filme de conciencia social sin ser socialmente consciente", dijo Huffman.
En la fiesta, ataviada en un vestido blanco, lucía como una mujer 100 por ciento natural... y salvaje.
Con premio en mano y descalza, Huffman bailó y cantó durante dos horas con el grupo musical en vivo de la fiesta, que tocó canciones animadas como Burning Down the House y Let?s Go Crazy de Prince.
El actor Cillian Murphy, bamboleándose sobre sus pies, elogió a otro galardonado, Joaquin Phoenix, ganador como mejor actor en una película musical o de comedia.
"Es el mejor actor de su generación", afirmó la estrella de ojos azules.
Phoenix, quien obtuvo el Globo de Oro por su papel como el problemático y talentoso Johnny Cash en John & June: Pasión y Locura (Walk the Line), anduvo circulando de un lado a otro, al igual que su coestrella y galardonada como mejor actriz en un musical o comedia Reese Witherspoon.
Witherspoon, quien visitó brevemente la fiesta del estudio 20th Century Fox, se quedó en la espléndida reunión en la azotea de NBC Universal.
-¿El mejor momento de la noche para la actriz? "Estoy feliz de que Ryan haya podido llegar?", dijo Witherspoon sobre su esposo Ryan Phillipe, quien se encontraba en Toronto en el rodaje de una película.
Witherspoon, quien se veía regia en un abrigo blanco y rodeada de guardias malencarados, atrajo a fotógrafos a la mesa que compartía con Phillipe y Patrick Dempsey, actor de la serie Grey?s Anatomy.
Candiles hechos de rosas rojas naturales llenaban el salón, y los meseros servían delicias japonesas.
En otro rincón, Jonathan Rhys Meyers se ponía poético con Woody Allen, su director en Match Point, y festejaba su premio por su actuación en la película de televisión Elvis.
"Estoy tomando té", dijo Meyers, absteniéndose del alcohol al igual que su amigo nuevamente sobrio Phoenix.
En la fiesta con temática art deco junto a la alberca que celebraba HBO en el piso de abajo, la mejor actriz en una película de televisión S. Epatha Merkerson lucía patas de gallo negras y se reía, gritaba y lloraba con amigos por su premio obtenido por Lackawanna Blues.
Merkerson, a diferencia de Meyers, dijo que bebería en las festividades repletas de alcohol.
"Me tomaré un coctel o dos, o tres", dijo, "No dormiré esta noche".
En la fiesta de NBC Universal, a Ang Lee, ganador como mejor director por Brokeback Mountain, no le importó ponerse un poco serio.
Lee señaló que la cosecha de películas ganadoras de este año -desde la suya que trata sobre dos vaqueros que se enamoran en los años 60 hasta el thriller Capote y el drama terrorista Syriana de George Clooney- sobresalen en muchos niveles.
"Estas películas son más social y emocionalmente conscientes", dijo. "Se hicieron con presupuestos modestos, pero son grandes. Hablan sobre cuestiones importantes y genuinas que enfrentamos".
Ganan en audiencia
Haber transmitido la ceremonia de entrega de los Globos de Oro el lunes y no el domingo, pudo haber impulsado ligeramente el índice de audiencia de NBC, que el año pasado compitió con la exitosa serie Desperate Housewives, de ABC.
En esta ocasión, empero, los Globos enfrentaron a un rival enorme: las dos últimas horas del primer episodio de cuatro horas de la nueva temporada de 24, de Fox.
El lunes, el programa de tres horas de los Globos de Oro atrajo a 18.7 millones de televidentes, según cifras preliminares difundidas por Nielsen Media Research. La cifra representa un aumento de casi dos millones de televidentes en comparación al total del año pasado.
Pero 24 atrajo a 14.9 millones de espectadores, manteniendo el incremento de audiencia de NBC al mínimo.
En comparación con 2004, antes de que apareciera Desperate Housewives y la cada vez más popular Grey?s Anatomy, la ceremonia de los Globos de Oro atrajo a 26.8 millones de televidentes.
Los totales de los índices de audiencia de este año serán difundidos el miércoles.
En agosto pasado, NBS anunció que cambiaría el horario de los Globos de Oro, de su programación tradicional del domingo a lunes - para evitar a la competencia.
