El País
MADRID, ESPAÑA.- A George Clooney le gusta pretender que no es una gran estrella, tal vez por eso aparece en las entrevistas vistiendo con una camiseta y unos pantalones marrones de cargo sin ninguna pretensión. Ha llegado al hotel de Los Ángeles conduciendo su propia moto, y aunque su actitud sea lo menos diva posible, los encargados del hotel reciben su casco de motorista como si se tratara de la corona de un rey.
Lleva seis meses de promoción entre Venecia, Nueva York, Los Ángeles y Toronto. A sus 44 años ha decidido marcarse un baile políticamente incorrecto con dos películas, Syriana y Buenas Noches, y Buena Suerte, baile porque él, como dice, se considera ante todo un coreógrafo. Actor, productor, escritor y director, George Clooney dirige y coescribe el guión de su nuevo filme, Buenas Noches, y Buena Suerte, la historia de la batalla personal entre el legendario periodista norteamericano de televisión Edward R. Murrow y el senador Joseph McCarthy en 1954.
Buenas Noches, y Buena Suerte tiene lugar durante los primeros días de la televisión, es una crónica del conflicto real entre el hombre de las noticias del momento, Edward R. Murrow, y McCarthy, encargado del Comité de Actividades Antiamericanas en la Casa Blanca. Murrow y su equipo de la cadena CBS se dedicaron a examinar las tácticas de presión de McCarthy durante su personal caza de brujas contra los comunistas norteamericanos.
Clooney, además, protagoniza Syriana, por la que le han concedido un Globo de Oro como mejor actor de reparto, un filme donde el actor se rompió literalmente la espalda. Su personaje en Syriana es el del agente de la CIA Bob Barnes, durante la escena donde es capturado y torturado sufrió un accidente y el fluido de su espina dorsal terminó saliendo por su nariz; desde entonces ha sido operado tres veces, tiene terribles dolores de cabeza y recurrente pérdida de memoria.
ENTREVISTA
-Después de los Globos de Oro, ¿qué espera de los Oscar? ¿Se recompensará su talento y no esa fascinación que provoca como estrella de Hollywood?
Déjame aclarar que jamás he acudido a la ceremonia de los Oscar, no sé nada de ellos, no formo parte del grupo de los Oscar, no entiendo los premios y no me gusta hablar de ellos, me incomoda el simple hecho de que haya alguien que se dedica a comparar el arte. Por ejemplo, cuando veo a un actor como David Strathairn trabajando en Buenas noches, y buena suerte pienso que nadie en este mundo podría haberlo hecho mejor, o si veo el trabajo de Philip Seymor Hoffman en Capote no puedo entender que alguien se imagine a otra persona para ese papel, es imposible comparar a estos dos actores y decidir que uno es mejor que otro, me parece absurdo.
-Usted ha luchado mucho por conseguir el éxito, ¿son Syriana y Buenas Noches, y Buena Suerte una victoria personal para usted?
El éxito de Buenas Noches, y Buena Suerte en la taquilla supone que se hable en la prensa, sobre todo que se tengan en cuenta ciertos temas que son tabú en la realidad actual de nuestra sociedad. Un periodista norteamericano, David Westin, me ha escrito diciendo: ?Tengo que reconocer que no siempre he tomado la decisión apropiada en mi carrera?. Ésa es mi victoria, esa respuesta es la que a mí me hace disfrutar. Por supuesto, que la critica reciba bien mi película, que la audiencia responda al trabajo y que se recupere el dinero invertido son cosas fantásticas, pero no hice la película con esa idea.
-Usted es el hijo del presentador de noticias Nick Clooney, ¿fue su padre su inspiración durante el rodaje?
Nosotros crecimos en Cincinnati, Ohio, mi padre era el presentador de la cadena WKRC y mi madre tenía su propio show, nadie tenía dinero, la gente pensaba que su trabajo era glamoroso, pero mi padre ganaba diez mil dólares al año, mi madre no tenía ninguna canguro y en verano me pasaba el tiempo en WKRC, que era mi babysitter; con ocho años repartía las cartas entre los miembros de la estación, a los diez era el director de planta, y organizaba el TelePrompTer de mi padre con 11, antes de dar las noticias.
-¿Su profundo interés por el periodismo se extiende a su fascinación por Murrow?
Murrow es un personaje muy americano, su pelea con el senador McCarthy fue una de las grandes batallas del periodismo televisivo, igual que sucedió con Cronkite cuando salió de detrás de su mesa y hablo sobre la Guerra de Vietnam, son dos momentos del periodismo televisivo que cambiaron la política de Estados Unidos.
-¿Qué es exactamente lo que ha querido decir sobre periodismo utilizando el personaje de Murrow?
No conozco un solo reportero que no quiera sorprender con una gran historia. Existe una constante batalla entre comercio y noticias, entre mantener el entretenimiento o simplemente dar las noticias al aire. Yo he buscado con esta película crear un debate, mantener una discusión desde mi asiento de director, provocar que la gente hable de temas que creo que son importantes. Murrow simplemente decía que había que encontrar un lugar seguro entre la protección del individuo y la protección del Estado, y al mismo tiempo.
-¿Por qué eligió a David Straithairn para el papel protagonista?
Fue el actor más barato que encontré?
-¿Más barato que usted mismo?
Si hablamos de dinero, es verdad que yo soy barato, pero él era el actor apropiado. Necesitaba a alguien tan auténtico como Murrow. Cuanto más le observabas en las grabaciones, más evidente se hacía la sensación de que ese hombre llevaba el peso del mundo sobre sus hombros. Y eso no se puede fingir: o tienes esa cualidad o no la tienes. Y David fue la primera persona en que pensé. Se le parece mucho y le imita muy bien. Lo cierto es que no le hicimos una prueba hasta dos días antes de empezar el rodaje, así que nos la jugamos, pero acertamos. Y se nota mucho: cuando puedes apuntar la cámara a alguien y no moverla en cinco minutos estamos hablando de un buen actor.
-¿Cree que hemos aprendido algo de Murrow? Hay gente, como la periodista norteamericana Ann Coulter, que sigue creyendo que McCarthy tenía razón...
No quiero darle publicidad a su causa porque entonces sólo conseguiremos que Ann Coulter venda más libros. Su problema principal es que su argumento es estúpido. Es aguda, es capaz de movilizar a la gente, pero el razonamiento cae por su propio peso. Deduce que era militante comunista y que Murrow se equivocaba. Murrow siempre reducía las cuestiones a temas constitucionales, era un maestro en el uso de las leyes.
-Pero usted habla de lo peligrosa que puede ser la democracia cuando el miedo se usa como arma...
No, puede que sea un error de traducción. Nunca he dicho que una democracia pudiera ser peligrosa, sino que es muy peligroso para las democracias usar el miedo como arma. Cosa que ocurre muy a menudo. Sobre todo ahora, en Estados Unidos? Mi padre, un demócrata convencido, siempre ha dicho que da igual quién esté en el poder, Clinton, Nixon, Carter, si nadie les vigila se corromperán. Todo el mundo sabe que eso es así. Y por eso es importante el cuarto poder, por eso aprecio el periodismo y creo que hay que cuidarlo. Thomas Jefferson lo dijo: ?Prefiero una prensa libre antes que un Gobierno libre?.
-Le ha llegado el momento en su vida de presentarse con dos películas políticamente incorrectas, primero como director, en Buenas Noches, y Buena Suerte y también como actor con Syriana, ¿por qué ha tomado ese camino?
Porque no me quiero levantar con 70 años y mirar hacia atrás y haber hecho diez películas que han sido número uno en la taquilla pero que no han marcado a nadie. Lo cierto es que ¡Qué bello es vivir! fue una gran bomba y se hundió, pero lo que yo quiero es hacer películas que tienen un poder intemporal. Yo soy un niño grande, voy a hablar de todo lo que sé, quiero provocar, creo que todos necesitábamos hacernos más preguntas antes de ir a la guerra. Que me declaren traidor y me pongan de portada de una revista por decir que no estoy a favor de la guerra me hizo crecer rápidamente, yo puedo sentarme en mi casa en Italia y beber vino y pasármelo bien, pero no elegí ese camino. El hecho de demandar libertad de expresión es mi deber como ciudadano, que también sea actor es una circunstancia, se han colocado a muchos actores en el pasillo sólo por dar opiniones y todos tenemos derecho a la libertad de opinión.
-¿Se arrepiente de alguna de sus películas: Batman o Ocean?s 11?
No pienso pedir perdón por esas películas porque son muy entretenidas y me gusta entretener, si ése es mi fallo puedo vivir perfectamente con él, he hecho malas películas como Batman and Robin, estuve a punto de destruir la franquicia Bat. Es fascinante para mí hablar de una película como Syriana o como Buenas Noches, y Buena Suerte, donde los periodistas no tienen que preguntarme con quién estoy saliendo porque hay muchas otras cosas de las que hablar.
-Yo le iba a preguntar si ya tenía novia...
La respuesta es sí, pero no puedo decir quién ni si funciona.
-¿Se considera más director o actor?
Me gusta más definirme como coreógrafo, me va el baile. He hecho un montón de cosas: producir, escribir guiones, hasta televisión. Me gusta ser parte del proceso, sea cual sea. Me gusta actuar, es un buen trabajo. Y también dirigir, porque me gusta mandar sobre la gente, es divertido. Y escribir.
-¿Ve su trabajo como actor como una forma de conseguir dirigir más películas?
Eso es, en general, lo que he estado haciendo. Por ejemplo, para conseguir rodar Confesiones? tuve que meterme como actor. Y lo mismo ha pasado en ésta: tuve que quedarme con un papel porque no estaban precisamente encantados de hacer una película en blanco y negro. No sé por qué, pero no lo estaban. Así que sí, dirigir, contar historias, es algo que me interesa mucho.
-¿Por qué decidió hacer Syriana? No es fácil de ver...
Era un momento interesante. Cuando decidimos hacerla, hace dos o tres años, eran tiempos aún más duros que los actuales. Se tachaba de antipatriota a cualquiera que se atreviera a cuestionar algo. Por eso valoré la osadía del estudio, el hecho de que estuvieran dispuestos a tratar el tema de la CIA sin tapujos. Porque aunque cuando ves la película es evidente que no es un ataque directo al Gobierno, sí pone en cuestión 30, 40 o 50 años de malas políticas en Oriente Medio, algo que no creo que nadie discuta. La mayoría de los conservadores que han visto la película están de acuerdo, igual que la mayoría de los liberales. Tras la caída del Muro de Berlín, los Gobiernos, entre ellos los de Clinton y Bush, decidieron que bastaba con utilizar equipos de vigilancia y que esas personas que, en la CIA, hablaban árabe, garsi o urdu, ya no hacían falta. De lo que acabas por darte cuenta es, claro, de cuánto habría ayudado tener allí a esa gente.
-Por lo que está diciendo, da la impresión de que se tomó este trabajo como un periodista. ¿Cree que el cine está cumpliendo la función del periodismo?
No, creo que la diferencia entre el cine y el periodismo es que las películas no se hacen para dar respuestas, sino para plantearlas. Y el periodismo plantea preguntas para encontrar las respuestas. En Syriana, lo que hacemos es lanzar preguntas, lo mismo que intentamos en Buenas Noches, y Buena Suerte.
-¿Hay alguna película por la que se sienta usted más inclinado este año para los Oscar?
No he visto todas las películas de este año, pero me gustó mucho Capote, y he oído que En la cuerda floja es fantástica, ésa es la próxima película que quiero ir a ver.
-¿Se meterá en el proyecto de Los Diez Mandamientos?
Seguimos trabajando en él. Estamos reuniendo a diez directores para que cada uno se ocupe de un mandamiento. Es divertido. ¿Alguna vez los ha leído todos? Son entretenidos.
NOTA REL
Asegura que ama a EU pese de sus criticas
El actor estadounidense George Clooney afirmó al diario argentino Clarín que ama a su país a pesar de que está incluido en la ?lista negra? de Hollywood como parte de los artistas progresistas críticos del gobierno de George W. Bush. ?Yo no odio a mi país, como piensan algunos. Yo amo a mi país.
Es por eso que hago lo que hago y digo lo que digo. Lo siento como un deber patriótico?, aseguró en entrevista publicada este lunes por el periódico argentino.
Agregó que está acostumbrado a las críticas porque ?en 2003 salí públicamente a decir que no veía la conexión entre Al Qaeda (red islamista) y Saddam Hussein (ex presidente iraquí), y en ese momento hasta los demócratas apoyaban la invasión a Irak?. El protagonista de ?Siryana? explicó que ya se acostumbró a estar clasificado porque ?hace años, me pusieron en la tapa de una revista con una banda que decía ?traidores? y en la que estaba junto a Michael Moore, Sean Penn y los sospechosos de siempre?.
Señaló que no puede hacer nada, ni enojarse, porque ?prefiere tomarlo con humor. Si crees en la libertad de prensa tienes que aceptar también que existan estas cosas?.
Clooney dijo que ?no puedes demandar tu derecho a decir lo que piensas y no aceptar lo mismo de parte de los que se oponen a ti. Por mí, que digan lo que quieran?.
