El Universal-AEE
MÉXICO, DF.- Con gran fama mundial, no sólo por ser una de las modelos internacionales mejor pagadas sino también por haber sido novia del actor estadounidense Leonardo DiCaprio, la modelo Gisele Bündchen se comprometió con la campaña del Instituto Socioambiental de su país, para proteger de la deforestación y la contaminación al río Xingu.
El afluente tiene una longitud de dos mil 735 kilómetros y corre a lo largo de la región sur de la selva del Amazonas e incluye al Parque Nacional Xingu, la primera reserva indígena de Brasil, que abarca dos mil 800 hectáreas.
Gisele, quien no ha perdido contacto con su país, donde sigue viviendo su familia, aceptó gustosa convertirse en la imagen de la campaña emprendida por el mencionado instituto, y de inmediato insertó en su página web un mensaje alusivo. De igual manera, posará para los carteles y otros medios que se utilicen para crear conciencia sobre el destino del río, un brazo del Amazonas, y con ello, atraer fondos para salvarlo.
De haberse tratado de algún proyecto comercial, Gisele hubiera cobrado por ello una fortuna en dólares. Es de llamar la atención el giro que están dando a su carrera muchas de las más renombradas supermodelos quienes, acostumbradas a vivir en un mundo de glamour y sofisticación, de pronto están volviendo los ojos hacia problemas de repercusiones mundiales y que aquejan a las personas y a la naturaleza.
Igual que Gisele, aunque dedicadas a otros problemas, Naomi Campbell, Cindy Crawford, Petra Nemcova y Claudia Schiffer, por ejemplo, contribuyen en causas humanitarias. Curiosamente, la preocupación por el medio ambiente, sobre todo en el cono sur del continente americano, se ha convertido en motivo de protesta para otras bellas mujeres, como la argentina Evangelina Carrozo, que en el pleno de la cuarta Cumbre Iberoamericana Europea celebrada en Austria, apareció en bikini mostrando un cartel contra la construcción de dos fábricas de celulosa en Fray Bentos, Uruguay, lo cual llamó la atención del mundo entero.
Gisele creció en una pequeña localidad rural de Río Grande do Sul, Brasil, y valora todo lo relacionado con la naturaleza. Por ello declaró que siente un gran compromiso hacia todo lo que signifique preservar las vías fluviales y la selva de su país, considerada como el pulmón del mundo.
La labor en la que se ha enrolado Bundchen no es fácil: los terrenos del Parque Nacional Xingu están invadidos por hacendados y talamontes que amenazan con contaminar el río del que se benefician 35 ciudades y pueblos.
A pesar de la enorme fortuna que ha acumulado en diez años de carrera, Bundchen es una mujer sencilla y preocupada por los problemas de su país. Ha contado que entre sus sueños figura el de convertirse en presidenta del Brasil, para buscarles solución.
