Los medios de comunicación son una parte vital del mundo globalizado que entusiasma a muchos y aterra a otros.
La televisión, la radio, la prensa, el cine y en los últimos años la Internet, conviven día a día con millones de seres humanos en el mundo entero.
Las estadísticas demuestran que la penetración de los medios avanza año con año en todos los países y que la Internet con toda su magia está destinada a convertirse en el medio de mayor crecimiento y penetración.
Del año 2000 a 2005 la Internet registró en el continente Americano un aumento en el número de usuarios superior al 500 por ciento.
Estados Unidos tiene aproximadamente 203 millones de usuarios lo que representa el 68 por ciento de su población mientras Canadá cuenta con 20 millones y un 63 por ciento de penetración.
Pero los contrastes son enormes. En México los usuarios de Internet llegan a 17 millones con el 16.5 por ciento de penetración, Brasil tiene más de 22 millones con el 12 por ciento mientras que Chile encabeza a los países latinoamericanos con el 36 por ciento de penetración y seis millones de usuarios.
Los países más pobres son, como suele suceder, los más atrasados. Cuba cuenta con 150 mil usuarios (1.3 por ciento de su población), Guatemala 760 mil usuarios (seis por ciento), Nicaragua con 125 mil usuarios (2.5 por ciento) y Paraguay 150 mil usuarios con el 2.7 por ciento de penetración.
Bajo esa perspectiva obvia decir que la Internet acrecentará la brecha informativa entre los países desarrollados y los subdesarrollados si no se atiende este rezago.
Hay, sin embargo, diferencias sustanciales entre los medios convencionales y la Internet.
Para la radio y televisión se requieren concesiones y una inversión sustancial en equipos de producción y transmisión. Lo mismo para el cine y prensa aunque no son necesarias las licencias.
En cambio el Internet es un medio de comunicación con una amplia libertad y capacidad para distribuir textos, imágenes, audio y gráficas. No requiere licencias y ahora con los teléfonos celulares y los receptores satelitales puede operar en cualquier parte del mundo.
De ahí que este medio ha logrado esa expansión colosal tanto en el número de usuarios como en el número de sitios formales y de los llamados “blogs” que suman millones.
Cualquier ciudadano por modesto que sea puede con una computadora crear su propia página y enviar mensajes sin restricciones de espacio, tiempo y calidad a cualquier parte de la Tierra. La Internet como el teléfono acortó dramáticamente las distancias y facilitó la comunicación de manera impresionante.
Por algo hoy las empresas tecnológicas y aquéllas relacionadas con la Internet son las que tienen mayor valor de mercado. Google, el buscador que fundaron Sergey Brin y Larry Page, vale más de cien mil millones de dólares, por encima de empresas de gran trayectoria como Time Warner y Coca Cola.
Son miles y miles de empresas en la Internet que gozan de una enorme diversificación en sus giros así como en el origen de su propiedad.
Lamentablemente no ocurre lo mismo en los medios tradicionales. En Estados Unidos la televisión, radio y prensa son controladas por grandes corporaciones. Univisión será adquirida muy pronto por un gigante electrónico mientras que la cadena de diarios Knight Ridder será vendida a McClatchy Newspapers por seis mil 500 millones de dólares.
En México los medios electrónicos están controlados por una veintena de grupos, aunque por el momento no de origen extranjero.
Sin embargo, tarde o temprano la globalización de los medios llegará a los países subdesarrollados, por ello resulta crucial que la Internet no detenga su marcha y logre penetrar a más hogares, escuelas y centros de trabajo.
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