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Gobers preciosos

Genaro Lozano

El periódico ?Reforma? publicó hace unos días una nota que dará de qué hablar en las próximas semanas. La nota en cuestión es un análisis comparativo sobre los sueldos de 19 gobernadores del país, que resultan obscenamente excesivos comparados con los sueldos que perciben algunos de los gobernadores de los estados más ricos de Estados Unidos.

La investigación del diario no incluía el salario mensual del gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, sino sólo un cálculo aproximado de sus ingresos anuales en dólares. Sin embargo, de acuerdo con la página de Coahuila transparente, el priista recibe un sueldo mensual de 92 mil 662 pesos. En otras palabras, el gobernador recibe un salario anual de un millón 282 mil 030 pesos, contando el aguinaldo y las dos primas vacacionales que por Ley le corresponden.

Cualquier autoridad, federal, estatal o municipal, enfrenta demasiados riesgos, responsabilidades y obligaciones al asumir el cargo al que fue elegido o elegida en las urnas. Adicionalmente cualquier persona en un puesto de autoridad es presa directa de los sobornos y de la corrupción y ésos son algunos de los argumentos que intentan justificar los altos salarios de los funcionarios públicos en México.

Sin embargo, en un país que expulsa a cientos de miles de mexicanos cada año, en el que cohabitan casi 50 millones de pobres con el cuarto hombre más rico del planeta, en el que los niveles educativos son los peores de los miembros de la OCDE, en el que el crecimiento de la economía no llegó al siete por ciento prometido por Vicente Fox, en el que el ingreso per cápita anual apenas llega a los diez mil dólares y en el que los monopolios encarecen la vida de la clase media, resulta un insulto el que nuestros gobers preciosos y demás funcionarios tengan esos salarios de primer mundo.

Por ello, la idea de homologar los salarios de los gobernadores estatales parece ser una buena propuesta, pero la realidad es que no hay incentivos políticos para que los gobernadores actuales y sus partidos impulsen una iniciativa así.

La dinámica de transparencia en la que se han inmerso el Gobierno Federal y la mayoría de los gobiernos estatales, incluido Coahuila, en los últimos años ha sido un gran paso para que los ciudadanos conozcamos algunos de los abusos de las autoridades. Sin embargo, la transparencia es meramente una herramienta que no es suficiente si los ciudadanos no la usamos para exigir la rendición de cuentas.

La transparencia ha permitido conocer los sueldazos de los gobernadores de hoy y, gracias a ella, podemos también entender cómo la opacidad del pasado ayudó a crear gobernadores del jet set internacional, que hoy son dueños de aerolíneas comerciales, que aparecen en las revistas de ?sociedad? como si fueran miembros de una realeza novohispana y cuyas fortunas son aceptadas por la opinión pública con resignación.

Ahora que la transparencia ha llegado a México es hora de que la rendición de cuentas también eche fuertes raíces para detener esos abusos y parar a esos clanes familiares que se adueñan del poder y del dinero en nuestro país. Es hora de que México deje de ser el país ?del cambio?, porque siempre tenemos que dar moneditas en los estacionamientos y en las calles, y sea el verdadero país del cambio, en el que los gobernantes rindan cuentas y en el que los ciudadanos así se los exijamos.

Investigador de Fundar, Centro de Análisis e Investigación.

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genarolozano@gmail.com

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