Guadalajara, Jal.- Después de 67 minutos de tedio y de vivir en el anonimato, Guadalajara resolvió en un abrir y cerrar de ojos el clásico del futbol mexicano, para vencer 2-0 al odiado América anoche, en el pletórico Estadio Jalisco.
Tras un primer tiempo que no fue sino un homenaje al bostezo, Chivas explotó en un par de minutos para embolsarse la edición 191 del clásico nacional, correspondiente a la fecha 11 del Torneo Apertura del balompié mexicano.
En un juego que no valió nada hasta que cayeron los goles, Adolfo Bautista con un riflazo de derecha abrió el marcador a los 67 minutos y, enseguida, Alberto Medina, en la mejor jugada del partido, marcó el 2-0 que dio rumbo definitivo al encuentro.
Con su cuarta victoria de la campaña, el equipo de José Manuel de la Torre llegó a 16 puntos, para escalar al segundo puesto del Grupo Uno. A su vez, las Águilas se quedaron en 18 unidades, en el segundo peldaño del tercer sector.
Tanto esperar el Clásico para que Luis Fernando Tena saliera con el camión atrás y Chivas hiciera como que atacara, simplemente para no quedar mal con sus aficionados, pero con un miedo terrible a que lo hicieran quedar mal, y no fue sino hasta que apareció el tino del ?Bofo? que la noche tomó tintes rojiblancos.
Si el cuadro tapatío tuvo el control del juego en el primer periodo, sobre todo en la parte inicial, fue solamente por compromiso y porque América, sólo con dos ofensivos natos, ni siquiera aspiraba a llamar la atención de Oswaldo Sánchez.
Sí, en efecto, las Águilas compraron una buena dotación de jugadores ofensivos, sin embargo, como dicta el futbol moderno, no los iban a usar, cuando a sus aficionados les gustaría, así que sólo salieron con los paraguayos Nelson Cuevas y Salvador Cabañas en punta.
Y sí, el ?chiverío? tuvo algunas llegadas, pero nada considerable para el portero Guillermo Ochoa, que inculcó calma a sus defensas y muy pronto se diluyeron los tímidos intentos de los locales.
Si acaso, la mayor preocupación de los capitalinos fue la lesión del chileno Ricardo Rojas, apenas a los diez minutos, lo cual requirió el ingreso del joven Diego Cervantes.
La única llegada decente del primer lapso fue ya sobre el final, a los 40 minutos, cuando el ?Bofo? Bautista conectó con la cabeza un centro que fue a parar justo a las manos del portero Ochoa.
Al regreso del descanso, Tena se sacudió un poco su mezquindad y llamó a Cuauhtémoc Blanco, aunque no fue tan generoso porque no sacrificó su fortaleza defensiva y sacó al ?Pipino? Cuevas.
El ?Temo? rápido inyectó personalidad a la ofensiva amarilla y de hecho estuvo a punto colaborar para romper el cero en la pizarra, luego que, a los 55 minutos, centró de tiro libre y el joven Cervantes conectó de cabeza justo al travesaño.
Y cuando Chivas no tenía nada que ofrecer, el juego cambió por completo. A los 67 minutos, en una jugada rota, sin pies ni cabeza, el ?Bofo? prendió espectacularmente un rebote con pierna derecha para incrustar la pelota pegada al poste izquierdo, lejos de Ochoa, para el 1-0.
Un par de minutos después, con el América completamente atolondrado, el ?Venado? Medina hizo lo que quiso por la derecha, se quitó al defensa, cortó hacia el centro del área y con un zurdazo bien colocado, al ángulo, venció a Ochoa para el 2-0.
Todavía Chivas tuvo para golear a un América indefenso, que nunca trató de corregir el rumbo, con par de disparos del ?Bofo?, uno de ellos que fue a reventar en el travesaño de la maltratada portería de Ochoa.
Así, en unos instantes, Guadalajara resolvió un partido apretado, que para entonces no era más que un empate firmado, y justo cuando no mostraba gran cosa, aprovechó que su rival tampoco tenía grandes pretensiones.
Germán Arredondo realizó un buen trabajo.
Sin problemas y con buena actuación, el árbitro Germán Arredondo amonestó a los rojiblancos Omar Bravo y Diego Martínez, así como a los americanistas Raúl Salinas, José Antonio Castro, Cuauhtémoc Blanco y el argentino Matías Vuoso.