El universal-AEE
México, DF.- Con un libro en la mano, Rubén Aguilar, se presentó en un programa nocturno para hablar de los temas relacionados con México, pero también se dio tiempo para recordar ciertas facetas de su vida; por un lado, su periodo de seminarista de la orden jesuita; por otro, su paso en la guerrilla en El Salvador y su relación con la Campaña de Cuauhtémoc Cárdenas en 1994.
“Al terminar la prepa me metí de jesuita”, dijo Aguilar, pues en ese momento estaba en su etapa idealista propia de la edad y “era la alternativa para cambiar el mundo”.
Cuando habló de su pasado como guerrillero en Centroamérica, recordó como declinó, a los 34 años, la opción de ordenarse y mintió a sus padres para poder marcharse al decir que iba a una campaña de alfabetización en Nicaragua; una vez en el campo de batalla se dio cuenta del peligro de muerte y decidió contar la verdad.
Además habló de su función de vocero, la cual no desconocía pues durante su periodo de guerrillero participó en una actividad similar en el área de propaganda, la cual encontró la manera de dar orden a la comunicación gubernamental.
Considerado hombre de izquierda y convencido de que la democracia es el camino para transformar al país, el vocero ha participado en ese proceso desde la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas en 1994, con gente como el finado Adolfo Aguilar Zinser. “Para que transformáramos al país tenía que irse el Partido Revolucionario Institucional y eso le tocó a Fox”, aseguró.
También habló de la concepción que tiene la gente de la democracia y su desencanto por no haber tenido los cambios que tanto añoraba con este sistema político.
“La democracia, el sistema político, resuelve a mediano y a largo plazo los problemas sociales”, aseguró, “en diez años esos cambios se pueden dar para tener (en México) indicadores de primer mundo”.
Para finalizar, se refirió a la necesidad de aprender a establecer acuerdos, defendió al presidente al decir que no está metido en el proceso electoral, negó que haya una persecución al derrocado líder minero Napoleón Gómez Urrutia y aclaró que en los hechos no hay una militarización en la frontera norte.