Argentinos imparten curso de clown a laguneros.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Toda la vida han escuchado frases como ?no seas ridículo? o ?no te hagas el payaso?, pero ahora tienen que aprender a hacer todo lo contrario.
Porque para convertirse en clown, aseguran Pablo Fusco y Vanina Grossi, se necesita olvidarse de los convencionalismos sociales y dejar fluir la personalidad al natural, sin razonar, desconectando la mente y dejando actuar al espíritu.
Este par de especialistas arribaron desde la Patagonia, para compartir con un grupo de laguneros su técnica y experiencia, en un curso que se desarrolló durante sábado y domingo en el Centro de Convenciones Francisco Zarco y el Teatro Alberto M. Alvarado.
Con la iniciativa del grupo Cazacuentos y del Departamento de Cultura de Gómez Palacio, los argentinos trabajaron con dos equipos distintos, en un afán por formar voluntarios que lleven la risaterapia a hospitales de la región, pero que también se desarrollen profesionalmente como clowns de teatro o de circo.
Y es que la misión primordial de un clown es visitar a niños y adultos enfermos, para llevarles alegría y esperanza en una situación en que pocas veces la encuentran. Aunque también los hay para hacer reír sin motivo o pretexto alguno, solamente por el puro gusto de verlos sobre un escenario.
El proceso
Estudiantes, profesionistas, artistas, amas de casa y empresarios se reunieron todos con un mismo objetivo: la curiosidad. Y precisamente la curiosidad es una de las características más importantes en la filosofía clown.
Espontaneidad, sinceridad, aceptación, desinhibición, control de emociones, sorpresa y agilidad mental son conceptos que se trataron de una forma dinámica y divertida.
Ejercicios de calentamiento, relajación y algo de teoría sobre el origen y contenido clown iniciaron cada una de las sesiones de trabajo.
Como era de esperarse, se ?rompió el hielo? de la seriedad rápidamente. Porque una de las condiciones para llevar a cabo este curso es estar dispuestos a divertirse, pasando a segundo término las equivocaciones en los ejercicios, sin tener la preocupación de ganar o perder.
El autoconocimiento juega un papel muy importante para un clown y en esta búsqueda, cada movimiento, cada gesto, ayudan para transmitir sentimientos y provocar reacciones inimaginables en el público.
Sin usar la voz, simplemente utilizando gestos, la mirada y en muchas ocasiones sin hacer nada, se genera la risa, dando forma a situaciones sorprendentes o exageradas.
Hacer una tontería y caer en el ridículo es la gran meta del clown, reflejando con ello su inferioridad y llevando al público a un plano superior.
Al finalizar cada una de estas primeras sesiones, en ceremonia especial se entregó la máscara del clown: la nariz roja, objeto que simboliza la libertad de poder hacer y decir lo que uno siente, virtud que tienen los clowns ?al natural?: los niños.
El niño que todos llevan dentro
La parte infantil que todos llevamos dentro es la que nutre el trabajo del clown, porque para convertirse en un maestro de la risaterapia hay que emprender un camino hacia el interior de uno mismo y ese camino inicia, precisamente, en los primeros años de la vida.
Cada clown es diferente, porque su naturaleza se compone de la propia esencia de la personalidad. Pero todos, sin excepción, son divertidos y tienen la misión de hacer reír y llevar un poco de esperanza a quienes menos la tienen.
Programación
Las sesiones se llevarán a cabo en el Centro de Convenciones Francisco Zarco y en el Teatro Alberto M. Alvarado.
CLOWN DE HOSPITAL
FECHA: 11 y 12 de marzo.
INSTRUCTOR: Alberto Guerra.
CLOWN DE TEATRO
FECHA: 18 y 19 de marzo.
INSTRUCTOR: Alba Domínguez.
CLOWN DE CIRCO
FECHA: 25 y 26 de marzo.
INSTRUCTOR: Adrián Acevedo.
CLOWN DE CIRCO
FECHA: uno y dos de abril.
INSTRUCTOR: Adrián Acevedo.
CLOWN DE HOSPITAL
FECHA: ocho y nueve de abril.
INSTRUCTOR: Alberto Guerra.
FUENTE: Departamento de Cultura de Gómez Palacio