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YAKARTA, INDONESIA.- Un bebé de un año de edad fue encontrado con vida bajo los escombros de su casa, a dos días del terremoto del sábado pasado, que ha dejado más de seis mil 200 muertos y casi 46 mil 200 heridos, informaron ayer fuentes oficiales.
El menor fue hallado el lunes pasado por sus familiares entre las ruinas de su vivienda en la aldea de Kaligondong, en Bantul, el distrito más afectado por el sismo, anunció ayer jueves la oficina del Gobierno de Yogyakarta en declaraciones a la agencia Kyodo.
Tras dos días de intensa búsqueda, sus familiares habían perdido la esperanza de encontrarlo con vida, sin embargo, fue rescatado y llevado con heridas en la espalda y abdomen al Hospital Santa Elizabeth de Yogyakarta, donde me recupera.
El anuncio sobre la recuperación del bebé coincidió con la difusión del último balance de la cifra de muertos por el terremoto del sábado pasado en la provincia indonesia de Java, que se elevó a seis mil 234, mientras la de heridos se duplicó a cuarenta y seis mil 148.
El ministerio indonesio de Asuntos Sociales explicó que casi dos tercios de las víctimas mortales (tres mil 968) eran del distrito de Bantul, al sur de la ciudad de Yogyakarta, mientras mil 668 fallecieron en Klaten y el resto en otras localidades.
BANTUL, EL MÁS AFECTADO
Según autoridades de Yogyakarta, entre 60 y 80 por ciento de las casas de Bantul, el distrito más afectado por el fenómeno natural, quedó destruido o inhabitable.
En tanto, continúa el caos los hospitales, sin capacidad para atender la demanda de heridos ni material sanitario para tratar a miles de personas que requieren atención medica, según fuentes de organismos internacionales.
Más de 22 mil pacientes han recibido atención en 29 hospitales, centros de salud y clínicas móviles, pero éstos siguen repletos debido a que la gente no tiene a dónde regresar, informó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la Organización de las Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés).
La ayuda internacional continuaba ayer jueves llegando a las zonas afectadas por el terremoto, sin embargo, los sobrevivientes se quejan por la lentitud de la distribución.
