EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- Con los trabajos de remoción de la estatua de Louis Pasteur en el jardín que lleva el mismo nombre, ubicado en el centro de la Ciudad de México, quedó al descubierto una caja que se encontraba oculta en el basamento de dicho monumento, obsequio del Gobierno francés en el centenario de la Independencia.
Según arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en el interior del compartimiento podrían existir objetos de la época en la que se inauguró la estatua. La caja está cubierta de plomo y mide 31 centímetros de largo por 13 de ancho y tiene una profundidad de 14 centímetros.
Desde el sábado pasado, cuando fue mudada la efigie, se localizó dicho contenedor cubierto por una placa de piedra con el año ?1910? grabado en una de sus caras. Según trabajadores de la obra, para evitar que el paquete fuera robado se cubrió con un trozo de madera y se le selló de nueva cuenta con una gruesa capa de concreto.
Fue hasta el martes cuando llegó el personal del INAH al parque y se retiró de nueva cuenta la cubierta para proceder a extraer el embalaje.
Según el arqueólogo Pedro Francisco Sánchez Nava, director de Planeación de la Coordinación de Arqueología, es común encontrar este tipo de objetos.
?Suelen dejar algún testigo o vestigio. Son cajas de dedicación, como una cápsula del tiempo, donde colocan documentos periódicos del día?, mencionó.
Pese a que la apuesta es que los documentos u objetos otorguen una referencia de los sucesos de la época, muchas veces no se alcanza el objetivo de quienes los depositan, porque el agua llega a penetrar el contenedor.
A diferencia de cajas similares que se hallaron en otras obras, la recién encontrada no presenta firma alguna y está totalmente sellada.
Los objetos se trasladaron a las instalaciones del INAH para realizar los análisis necesarios y posteriormente abrirla para conocer su contenido.