El animal fue avistado por los miembros de una familia que pasaba por un pantano próximo a Sant Cugat del Vallés (Barcelona).
EFE
Barcelona (España).- Miembros de una familia que paseaban por las inmediaciones de un pantano próximo a Sant Cugat del Vallés (Barcelona, noreste de España), encontraron un cocodrilo de casi un metro de largo de una especie procedente de Sudamérica.
El ejemplar es un joven caimán yacaré (caimán crocodylus), que en edad adulta puede alcanzar los 2.5 metros y cuyo cautiverio, además de peligroso, es caro y molesto, por lo que muchos ejemplares acaban siendo abandonados en hábitats que, erróneamente, sus propietarios consideran adecuados.
El animal fue avistado por los miembros de una familia que pasaba el día en la orilla del pantano mientras observaba los movimientos de las carpas (peces de agua dulce), según informó el departamento de Medio Ambiente.
Los autores del hallazgo decidieron en un primer momento sacar al animal de las aguas por su cuenta, con la ayuda de un lazo y una camiseta, pero el cocodrilo reaccionó instintivamente y mordió a uno de ellos, aunque la herida no revistió gravedad.
Los miembros de la familia optaron entonces por alertar al Cuerpo de Agentes Rurales, que se hizo cargo del animal y lo trasladó al Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña.
El ejemplar de caimán, originario de Sudamérica, es un reptil de climas cálidos, lo que hace que en latitudes como éstas difícilmente soporte las temperaturas invernales.
La liberación de especies exóticas en el medio natural es un hecho cada vez más frecuente, que pone en peligro la seguridad de las personas y el equilibrio de los sistemas naturales, ya que interfieren en los ecosistemas.
Este tipo de animales son adquiridos como mascotas pero cuando llegan a la edad adulta y se vuelven molestos o peligrosos, sus dueños las abandonan sin tener en cuenta las consecuencias negativas para el medio ambiente.
Las dos especies que más frecuentemente son abandonadas en territorio español son la tortuga de Florida y la iguana, según indica el departamento de Medio Ambiente, que recuerda que el abandono de animales, además de una grave irresponsabilidad, es constitutivo de una infracción penal, punible con penas de entre cuatro meses y dos años de prisión.
