Lima, (EFE).- Los restos fósiles de un marsupial prehistórico hallados en la selva de Perú constituyen la evidencia más antigua sobre la existencia de mamíferos en Sudamérica, según el Instituto Peruano de Estudios en Paleovertebrados (IPEP).
Los paleontólogos Carlos y Patricia Vildoso, director y subdirectora del IPEP, hallaron en octubre pasado los restos del "Baguadidelfis precursor", un marsupial omnívoro que pobló en la era cretácica la zona donde está la localidad de Bagua, unos 600 kilómetros al norte de Lima.
Las pruebas de Argón 39/Argón 40 a las que se sometió al fósil, de 3.8 centímetros de largo, determinaron que tiene una antigüedad de 80 millones de años.
El animal, considerado el antepasado más antiguo de las zarigüeyas, se desarrollaba después de su nacimiento en bolsas marsupiales y alcanzaba, en su madurez, los cincuenta centímetros de largo.
Patricia Vildoso, paleontóloga de origen argentino, manifestó a EFE que el descubrimiento es muy importante porque convierte a Perú en el país sudamericano "con material paleontológico más antiguo".
Destacó que el descubrimiento también "reafirma la existencia del continente Gondwana", uno de los dos que formaban la primigenia Tierra y en el que se originaron especies cuyos herederos evolutivos todavía son comunes.
La paleontóloga agregó que el fósil "replantea la teoría sobre el origen de los marsupiales".
Hace doscientos millones de años, la Tierra era una sola masa terráquea llamada Pangea, que se separó en dos partes: Laurasia, en el norte (actuales América del Norte, Europa y Asia) y Gondwana, en el sur (América del Sur, África, Australia, la India y Antártida).
Según Vildoso, la antigüedad del fósil hallado en Bagua, cuyo terreno se caracteriza por tener una combinación de áreas rocosas y boscosas, contribuye a afirmar que los marsupiales pueden ser oriundos de Suramérica y que de aquí se expandieron a Australia.
"Desde el punto de vista científico es más importante encontrar mamíferos que dinosaurios", dado que los primeros "son el comienzo del inicio de los humanos, es decir, son evidencias sobre nuestro origen", subrayó.
Consideró que se debe poner mayor énfasis en los estudios paleontológicos en la selva peruana, una zona en la que "hay muchos restos fósiles muy antiguos que afloran de las masas terrestres".
Bagua "hace unos cien millones de años fue una isla cuando parte de Perú estaba cubierto por agua antes de que se levantase la cordillera de los Andes", puntualizó.
Los investigadores han encontrado en esa zona material prehistórico muy antiguo e incluso huellas de dinosaurios.
La paleontóloga argentina, casada con Carlos Vildoso, explicó que la zona es remota y de difícil acceso, por lo que las condiciones de trabajo "son extremas, hace mucho calor" y el riesgo es tal que inclusive su esposo casi perdió la vida al sufrir la mordedura de una serpiente venenosa.
La pareja de paleontólogos, graduados en la Universidad de La Plata de Argentina, es reconocida por haber descubierto junto a su equipo el esqueleto completo de un tiburón gigante, "Carcharocles megalodón", a unos 300 kilómetros de Lima, en el 2005.
Además, hallaron hace siete años el Baguatitán, un esqueleto de 12 metros de un dinosaurio ubicado en Bagua, con una antigüedad de unos 70 a 75 millones de años.
Patricia Vildoso aseguró que, a pesar de su prestigio, su equipo aún trabaja en duras condiciones y cuenta con poca financiación para poder trasladar y preservar el material paleontológico que encuentran constantemente.
Agregó que esperan que los fósiles, que guardan en el IPEP o en casa de amigos, sean "clasificados por una institución del Estado", para que no "caiga en manos de otros que se lleven fuera este patrimonio natural".
"Me gustaría también que los restos prehistóricos, puedan ser exhibidos apropiadamente en un museo paleontológico peruano como los que hay en Argentina o en otras partes del mundo", concluyó.