EL UNIVERSAL-AEE
TLAXCALA, TLAXCALA.- Siete osamentas de niños de principios del siglo XVII, huesos de guajolote, gallinas y venado, así como cerámica tradicional prehispánica del siglo XVI, fueron hallados por el INAH, en la capilla de la virgen de Guadalupe, la cual está dentro de la catedral de Nuestra Señora de la Asunción en el Ex Convento de San Francisco, el primero en el continente Americano.
El arqueólogo responsable de las excavaciones adscrito a la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Eduardo Contreras Martínez, explicó que los siete cráneos de los niños se encontraron al realizar excavaciones para desprender el piso de esa capilla que tiene exceso de humedad y que se ubica en el primer arco enrejado de madera roja a la derecha del acceso principal.
En el proceso que inició hace un mes, dijo, se hizo el descubrimiento que se trata de un entierro secundario, es decir, que se hizo una exhumación de los cuerpos que probablemente se sepultaron en el atrio de la iglesia de la Asunción.
En una primera tesis, sostuvo, los cuerpos de los niños se desenterraron y trasladaron a la capilla de Guadalupe debido a que la religión católica cree que esa virgen y San Antonio Padua, son protectores de los niños, sin embargo se realizarán las investigaciones al respecto, los estudio de la cerámica y los restos óseos para determinar la causa.
?Considero que por tratarse de un lugar santificado quienes llevaron a los niños a sepultar a la capilla de Guadalupe, creyeron que era un camino para llegar al cielo, además era un lugar sagrado prehispánico?, asoció el arqueólogo.
