Las ruinas de una ciudad amurallada de dos mil años de antigüedad fueron encontradas en un embalse en la provincia nororiental china de Jilin, cerca de la frontera con Corea del Norte.
Pekín, (EFE).- Un grupo de arqueólogos chinos ha descubierto las ruinas de una antigua ciudad de hace dos milenios y más de dos mil 300 tumbas en la provincia nororiental china de Jilin, cerca de la frontera con Corea del Norte, informó la agencia oficial Xinhua.
La ciudad pertenece según los expertos a la dinastía Han (siglo II a.C.-II d.C.), mientras que las tumbas podrían ser del antiguo reino de Koguryo, uno de los primeros estados de la civilización coreana (siglos I-V).
Las ruinas fueron encontradas durante unas obras de reparación del embalse de Yunfeng, en una zona de montaña de la región, habitada sobre todo por chinos de etnia coreana.
Los restos, durante años cubiertos por el lodo del embalse, pertenecen a una ciudad de planta cuadrada de unos 200 metros cuadrados, que estaba amurallada con una pared de 1.5 metros de alto y cuatro de ancho.
Las partes mejor conservadas son el sector occidental y el septentrional, ya que el lado oriental quedó cubierto en épocas posteriores por otros asentamientos humanos, mientras que el meridional fue destruido por la crecida de un río cercano.
El embalse está construido en el río Yalu, que forma gran parte de la frontera entre China y Corea del Norte, y cerca de la ciudad china de Jian, incluida desde 2004 en la lista de bienes Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO precisamente por sus antiguas ruinas del reino de Koguryo.