Seis millonarios chinos hallaron pareja en polémica fiesta.
EFE
Shanghai.- Como si se tratase de unas oposiciones o de una entrevista de trabajo, seis jóvenes chinas fueron elegidas por otros tantos millonarios del país para probar suerte como pareja, después de conocerse en una polémica fiesta a bordo de un yate en Shanghai.
Una firma local de asesores matrimoniales concibió el encuentro: un pequeño crucero por el río Huangpu, preparado para presentar a 24 millonarios chinos a 32 jóvenes candidatas a ser sus futuras esposas.
"Todos los participantes están satisfechos con la experiencia, así que vamos a tratar de preparar este tipo de actividades al menos una vez al año", explicó Xu Tianli, el organizador del evento, que ha despertado tanta expectación en diarios y televisiones locales como escándalo en la opulenta ciudad china.
Xu es el responsable del portal de encuentros www.915915.com.cn (cifras que se leen en chino como una repetición de "jiu yao wu", que suena casi como "jiu yao wo", "quiéreme sólo a mí"), una empresa que ha cobrado a cada uno de los participantes masculinos tres mil 670 dólares (dos mil 780 euros).
Aunque el precio, por una velada de tres horas, y la posibilidad de un segundo encuentro al día siguiente, celebrada el pasado fin de semana, es muy superior al salario anual medio chino, y la noticia despertó críticas por el despilfarro y la pérdida de moral, hubo que seleccionar a las jóvenes que querían participar.
La elección de los varones fue más fácil entre los miembros de pago del portal de Internet, lo que también les da derecho a recibir servicios de asesoría matrimonial.
Para poder subir a bordo del "Chuanzhang Yi Hao" ("Capitán Número Uno") -un exclusivo yate turístico, con cubierta de madera, cargado de luces y con tres palos sin velas que recuerdan a los veleros antiguos- los hombres sólo debían cumplir el requisito de ser miembros del portal de internet, solteros y tener bienes superiores a los 250 mil dólares.
"Son hombres ricos, con edades entre los 28 y los 50 años, sobre todo empresarios, pero enriquecidos por su propio trabajo, no gracias al patrimonio de sus familias", subrayó Xu, que defiende que a los millonarios hay que verlos como "personas normales", aunque sin tiempo para socializar y conocer mujeres por sí mismos.
Las mujeres, en cambio, fueron en parte invitadas por los hombres, elegidas entre las que figuran en el portal (de pago o gratis) con su fotografía y sus datos personales, aunque algunas de ellas despertaron el interés de varios varones, mientras que el resto fue seleccionado por los asesores matrimoniales.
La empresa de Xu exigía a las candidatas ser bellas, amables, elegantes y licenciadas universitarias, y entrevistó a todas para comprobar la veracidad de sus perfiles en Internet, su capacidad de expresión y asegurarse de que su verdadero deseo era encontrar el amor, y no sólo casarse con un hombre rico, explicó el organizador.
Con los 24 millonarios y las 32 candidatas a bordo, elegidas entre varios centenares, comenzó un crucero de tres horas en el que los participantes no debieron tener mucho tiempo para admirar los rascacielos de Shanghai, ya que estaban inmersos en una competición por demostrar sus méritos antes del fin de la noche.
Casi como si se tratara de un examen para conseguir un posible matrimonio afortunado, las mujeres dieron en el barco todo un espectáculo para mostrar sus encantos: cantaron, dibujaron, se lucieron desfilando como modelos por una pasarela e incluso pronunciaron discursos para demostrar su brillantez, dijo Xu.
A continuación se celebraron varios juegos conjuntos "para aumentar la aproximación entre hombres y mujeres", y finalmente hubo conversaciones a solas, por turnos, en las que los consultores matrimoniales iban presentando a cada cliente, como en bandeja, a las candidatas que juzgaban más convenientes para ellos.
A bordo se formaron seis parejas que decidieron citarse al día siguiente en privado, de manera independiente a la empresa, mientras que los otros 44 participaban en un segundo encuentro para conocerse un poco mejor y decidir más adelante.
Xu, que insistió en que hay actividades caritativas vinculadas a su portal, considera que, más allá de la polémica despertada en una sociedad que hace veinte años era plenamente comunista, su empresa ofrece un servicio necesario a los "pobres" millonarios chinos que no encuentran una manera mejor de formar una familia.
Según los últimos datos del informe de la revista "Forbes", en China hay más de 400 personas que cuentan con bienes superiores a los mil millones de dólares, mientras la renta per cápita anual de los chinos alcanzó en 2005 los mil 700 dólares anuales.