EL SIGLO DE TORREÓN
OAXACA, Oaxaca.- Hay paz en Oaxaca, dice el presidente Vicente Fox.
Bueno, si la paz puede ser tensa, si la paz es que por un día no hubo camiones incendiados, balazos y pedradas, si la paz es que lo más amable que hicieron los manifestantes con los policías ayer fue mentarles la madre, entonces el presidente puede que tenga razón.
Hay paz en Oaxaca porque poca gente camina por las banquetas. Hay paz porque pocos carros circulan en las calles.
Dos días después de que la Policía Federal Preventiva tomó el zócalo de Oaxaca y desplazó a los manifestantes de la APPO, hay momentos en que el lugar está en silencio, en el mediodía de un martes normal en el que debería haber gente yendo o viniendo del trabajo, gente yendo o viniendo de la escuela.
Pero casi no hay trabajo. Y casi no hay escuela. Las clases no han reiniciado y muchos comercios están cerrados. El centro es un largo mosaico de puertas con candado.
Hay largas filas afuera de las oficinas de Telmex o CFE porque no hay bancos abiertos en el centro. Tampoco es que haya mucha necesidad por ir al banco, muchos negocios no tienen urgencia de depositar el dinero en efectivo que, en estos días, apenas si llega.
Hay 600 policías resguardando el zócalo, pero hay paz en Oaxaca, y hasta los policías la disfrutan aunque, a ratos, se torna aburrida.
¿Quieren ver la cara del aburrimiento? Observen a los policías que se pasean por la plaza. Curiosean artesanías de marchantes que salen a vender. Sacan celulares para tomar fotos de la catedral, del kiosco, de los portales. Parecerían turistas si no fuera por los uniformes grises que traen a medias porque ya se despojaron de las espinilleras, coderas, pecheras, cascos, cinturones, escudos y los dejaron arrumbados en bancas, junto a los árboles o en la calle.
A la hora de la comida, los policías se abalanzan sobre quesadillas, pambazos, refrescos. Caminan, platican, a ver a qué hora los llaman para relevar a los contingentes que resguardan las bocacalles de entrada al zócalo, Alcalá, García Vigil, Independencia, Madero, con los empedrados negros del hollín de camiones incendiados, y días de basura sin recoger. La guardia aquí sí es permanente, con equipo antimotines completo y 12 tanquetas con cañones de agua.
Hay paz en Oaxaca porque esta tarde de martes nadie quiere tomar el zócalo. Los policías no se pueden ir, pero tampoco ven mucha razón para quedarse.
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No ven la razón para quedarse porque la razón está a cinco cuadras subiendo por la calle Alcalá a la Plaza de Santo Domingo, junto a la iglesia con el hermoso barroco interior, que no se puede ver porque está cerrada.
Aquí también hay paz. Aquí, donde Morelos resistió la toma de Oaxaca, unos 200 seguidores de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca esperan sus órdenes de marcha. Aquí llegaron el lunes, cuando la PFP los corrió del zócalo y aquí parece que se van a quedar un buen rato, a ver cuándo cae el gobernador Ulises Ruiz.
Si desearlo lo volviera realidad. ?Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó?, es uno de los gritos más populares. También ?No que no, sí que sí, ya chingó a su madre el PRI?. Y la clásica, aunque no tenga mucho que ver con la demanda de aumento salarial a los maestros: ?Zapata vive vive, la lucha sigue sigue?.
Ahí bajo los árboles y lonas de plástico azul cielo esperan a que acabe la marcha organizada para apoyar a Ruiz, Fox, la incursión de la PFP y todo lo anti-APPO. La manifestación se presentó como organizada por la ?sociedad civil?, pero en Santo Domingo todos repiten que es la marcha ?del PRI?. Y pobre del que fue a esa manifestación y luego se le ocurrió pasar por la plaza.
?Borrego?, ?Vendido? ?Pinche burgués, ya se te va a acabar el numerito? es el grito para cualquiera que no tenga cara de afiliado a la APPO y tenga pinta de haber ido a apoyar a Ulises, a Fox o a la PFP.
Pocos se atreven a responder. Si lo hacían, gritaban algo así como ?huevones, ya pónganse a trabajar?.
Hay paz en Oaxaca aunque se haya roto por completo el tejido social y las reglas elementales de convivencia política que permite a cualquiera expresar una opinión contraria.
Hay paz en Oaxaca cuando Adolfo López, uno de los dirigentes de la APPO entre los manifestantes de Santo Domingo, tiene que apretarle la rienda a varios de sus elementos que ya quieren irse al zócalo sobre la PFP.
?Espérate?, le dice a un joven vestido todo de negro que comienza a anudarse un pañuelo para cubrirse la cara. ?Ya vimos que a veces nos pasamos y hacemos pendejadas?.
? ¿Cómo cuáles, Adolfo?
? Pues como la bronca del otro día, algunos se pasaron de violentos y ya ve que nos dejaron cuatro muertos. Es difícil controlar a los compañeros.
Es verdad aceptada en la APPO que los cuatro muertos del fin de semana fueron obra y gracia del gobierno. Al menos uno víctima de un proyectil de gas pimienta lanzado por la PFP.
Hay paz en Oaxaca, pero Adolfo habla en términos de guerra. ?Hay que agrupar fuerzas?, dice mientras aún no deciden si marcharán esta tarde de martes sobre el zócalo. ?Queremos proceder a una maniobra ofensiva?.
De unos 40 años, Adolfo no quiere decir si es maestro, campesino o qué. ?Somos de la organización?, es lo único que repite antes de sacar su celular último modelo para ?mensajear? a un compañero.
Al final, la orden de avanzar sobre el zócalo no llegó. Los manifestantes decidieron ir a los alrededores del zócalo y hacer ?manteles? de flores sobre tierra tirada en la calle. Sólo unos treinta fueron con los policías a gritarles consignas, rimas improvisadas. ?Tienen dos caminos, o están con el pueblo o son sus asesinos?.
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El tercer día desde la toma de Oaxaca por la PFP fue el primero sin violencia. Hay paz en Oaxaca porque mil policías están destacados por toda la ciudad sostienen la vista con los manifestantes a ver quién parpadea primero. Pero este martes no se hicieron nada. Hay paz porque hay parálisis, tensa y temerosa. El martes.
Hoy será otra historia cuyo guión se perfilaba anoche. Mientras algunos de la APPO montaban altares de muertos en Santo Domingo, sus dirigentes deliberaban. Lo que suceda hoy depende, dice Efrén Retes un joven miembro de la APPO, ?de lo que resuelva la plenaria de delegados de la asamblea popular?. Si hay paz o hay guerra. ?Ahí los compañeros nos dirán qué hacer?.