?Los políticos nomás se sientan y nunca vuelven?, dicen habitantes decepcionados
Campea la pobreza. Los intensos rayos del sol calan en la humilde vestimenta de los habitantes de Miguel Hidalgo, un poblado rural que se encuentra al oriente de la cabecera municipal de Durango que al parecer ha sido olvidado por las autoridades municipales, estatales y federales. Los titulares de las dependencias de esas tres instancias de Gobierno se acuerdan de la comunidad solamente en época de elecciones, dicen sus habitantes.
Las carencias que se tienen son evidentes, pero la señora Patricia González las resume en escasez de agua para consumo doméstico, falta de empleo y abusos policiacos; ?de por sí no tenemos nada y los fines de semana vienen patrullas de la policía y se llevan a nuestros muchachos, obligándonos a pagar multas con dinero que debemos conseguir en el empeño?, se queja la entrevistada.
La mayor parte de los habitantes del poblado Miguel Hidalgo otrora se dedicaron al cultivo de las tierras, específicamente a la siembra de maíz y frijol, pero con el paso del tiempo han abandonado la parcela y la mayor parte de los jóvenes han emigrado a otras ciudades o a Estados Unidos; otros salieron a Durango capital a buscar trabajo como albañiles, ayudantes ?o en lo que salga?.
Ancianos, mujeres y niños han quedado solos, en viviendas semivacías asentadas en anchas calles de tierra suelta en donde deambulan famélicos perros y juegan pequeños con apenas un calzón y su carita chorreada.
Hay algunos jefes de familia que se han quedado a sembrar reducidas superficies que en este momento se preparan a recibir la semilla del maíz, pero hay poca esperanza de que puedan obtener utilidades de la comercialización de ese producto y es que aún permanece la amarga experiencia dejada por la sequía que se padeció el año pasado y no falta quien comente con temor que la Comisión Nacional del Agua anunció que este año también será de escasas precipitaciones pluviales y por ende de poco rendimiento en los cultivos que se lleguen a establecer.
En el poblado Miguel Hidalgo no hay fuentes de empleo; tienen escuela primaria y jardín de niños. Los dos planteles se ven bien cuidados y limpios, en contraste con su entorno donde proliferan montones de basura, zanjas con aguas contaminadas, algunos animales domésticos deambulando en las calles y excremento de equinos, aves de corral y ganado porcino en las amplias rúas.
El sol es intenso, los árboles que pudieran generar alguna sombra abrigadora escasean y la explicación la dan los mismos habitantes de la población; ?no hay agua para regarlos, ¿para qué los plantamos??.
PRINCIPALES CARENCIAS
Durante el recorrido que hizo El Siglo de Durango por el poblado Miguel Hidalgo, se dialogó con algunos de sus habitantes, quienes coincidieron al señalar las carencias que enfrentan y que les dificultan de cierta manera su forma de vida.
El primer punto que mencionaron los entrevistados fue la electricidad, ya que, según los declarantes, una pate impirtante del poblado no cuenta con el mencionado servicio porque la red no se extiende hasta algunas de las viviendas del lugar, aunque, aclararon, el recibo sí llega y nunca dejan de cobrar.
Falla mucho la luz porque falta mucha postería, dijeron.
Con respecto al agua y drenaje, aseguran que el agua sí llega a sus domicilios, aunque hay ocasiones en las que falla el servicio hasta por varios días y ello se debe a que la noria de donde se abastecen algunas ocasiones se descompone y tardan varios días en repararla.
Cuando se desbarate el pozo, dijo Patricia González, una de las entrevistadas, nos vemos en la necesidad de lavar en el canal y eso siempre es un problema.
Cuando se descomponle pozo, dijo la entrevistada, las autoridades del poblado solicitan cooperación a todos los habitantes para la reparación que llevará a cabo el personal de Aguas del Municipio de Durango (AMD). Es Erasmo Chávez el que se encarga de recoger las cooperaciones, aunque ?ahorita ya tiene tiempo que no se desbarata (la noria)?, aseguró.
Hay en alguinas calles del poblado zanjas que no han sido totalmente cubiertas, son hoyancos peligrosos y que se encuentran anegados, pero la entrevistada indica que así quedaron porque acaban de colocar manguera para ampliar la red de distribución de agua potable; ?nos salió barato, solamente nos cobraron cinco pesos de cooperación?, comenta.
Y del pavimento, Patricia González indica que los políticos nunca le dicen nada, ?vienen y hablan, pero nada más se sientan y nunca más nos dicen nada; el único que vino así, durante su campaña y que ha seguido viniendo es Aispuro, él sí ha seguido viniendo. El presidente Jorge Herrera dicen que va a venir el lunes a entregar unas computadoras a las escuelas, pero hasta ahorita no lo hemos visto?, asegura.
A lo lejos se oye el cantar de un gallo, la entrevistada se tapa el sol con una mano y continúa su charla al mencionar que ?los fines de semana la Policía Preventiva ha agarrado la costumbre de llegar al poblado a hacer redadas; llegan y cargan con todos, aunque sean señores que están en la puerta de sus casas. Pueden ser muchachos tomando en la puerta de sus casas y se los llevan, ni siquiera preguntan quiénes son o qué hacen; eso es cosa de todos los fines de semana y no es uno ni dos, se llevan hasta 20 y luego nosotros tenemos que andar consiguiendo dinero prestado para pagar la multa y que los dejen libres?.
Finalmente dio a conocer la entrevistada que el principal problema que enfrentan en la comunidad es la falta de empleo y por ello surgen los principales problemas, ya que los hombres se salen de la población a las tierras de cultivo o a la ciudad a tratar de encontrar el sustento para sus familias, aunque son pocos los que lo logran.
OLVIDO OFICIAL
El poblado Miguel Hidalgo se encuentra a escasos 12 kilómetros de la ciudad de Durango, sobre la carretera a México, un poco delante de la Granja Dalila. Si las autoridades municipales quisieran, en 15 minutos podrían acudir a conocer las inquietudes de los habitantes de esta comunidad, pero según comentarios de ellos mismos, los políticos van solamente cuando andan en campaña y nunca más regresan.
Se preocupan los candidatos por los problemas de los campesinos de esta comunidad solamente cuando requieren el voto; en ese momento les prometen agua potable, pavimento y alumbrado público, les dicen que los tomarán en cuenta para programas de apoyo y hasta les reparten despensas, pero una vez que termina la campaña y que se emite el voto, una vez que los políticos ?ganan y se sientan, se les olvida que existimos?, dice Patricia González.
La estrecha carretera vecinal que entronca con la rúa a México y que conduce a esta población se encuentra en malas condiciones, hay tramos en donde los baches son más que las áreas de pavimento en buen estado.