El exceso en la ingesta de alimentos y bebidad etílicas provoca serios problemas a la salud.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- La moderación se convierte en la palabra clave para preservar la salud durante esta temporada, en la que los alimentos son el principal invitado a las fiestas y reuniones y en las que existe un mayor consumo de bebidas alcohólicas que de no ser ingeridas conscientemente, suelen generar serios problemas.
A este respecto, el director del centro de salud Isauro Venzor, José Antonio Adame de León, recomendó a la población que aunque es difícil resistirse a las tentaciones de platillos y antojos que abundan en cualquier lugar y en todo momento, no se exceda en su consumo.
Los alimentos que por tradición se preparan para la celebración de posadas, las cenas navideñas y el fin de año, son también algunos de los más ricos en grasas y carbohidratos: tamales rellenos de carne o queso, carne de cerdo horneada, buñuelos, pasteles, pozole y menudo son sólo ejemplos de la amplia variedad que ocupa las mesas durante esas fechas.
En este sentido, la obesidad es la principal consecuencia derivada de un exceso en la ingesta de dichos alimentos, un problema de salud pública que crece no sólo en los estados del norte del país, sino en todo México y el mundo y que está generando la preocupación de quienes están a cargo de las instituciones de salud por desarrollar programas de prevención y autocuidado.
Se considera que el 50 por ciento de la población de nuestro país muestra condiciones de obesidad.
Cabe señalar que las mujeres, según Adame de León, tienen una mayor tendencia a ganar peso y a enfrentar mayores dificultades al momento de intentar desprenderse de algunos kilos, a diferencia del hombre que por factores de carácter hormonal, puede eliminar las grasas con una relativa facilidad.
La obesidad es un factor determinante para la aparición de otros problemas de salud, como la hipertensión arterial y la diabetes, los cuales se acentúan si la persona no realiza actividad física o tiene otros malos hábitos como fumar o beber en exceso.
Adame de León manifestó que en la medida de lo posible, la población debe abstenerse del consumo de harinas, refrescos y las comidas ricas en grasas, y que durante las fiestas de fin de año en que los alimentos son casi inevitables, tratar de consumirlas en mínimas cantidades, privilegiando su acompañamiento con ensaladas frescas u otros complementos que equilibren la dieta.
Otra de las recomendaciones es evitar los atracones, es decir, dejar de comer una o dos veces al día para tomar alimentos en grandes cantidades, pues esta práctica suele provocar el aumento de peso y alteraciones en el funcionamiento del sistema digestivo.
En cuanto al consumo de alcohol, refirió que los accidentes son la principal consecuencia de una ingesta no controlada de bebidas con contenido alcohólico, de ahí la importancia de abstenerse de tomar si la persona estará a cargo del volante.
?Es sabido que aunque sea una sola cerveza, ésta altera los reflejos y la coordinación de quien va manejando y se llegan a provocar accidentes por este motivo?.
En casos extremos, la cirrosis hepática es la repercusión más seria derivada del elevado consumo de bebidas embriagantes, aunado a que en el organismo, el alcohol acelera la pérdida de calor y se corre el riesgo de sufrir una hipotermia.
Consecuencias
Los excesos en la ingesta de alimentos y bebidas con contenido alcohólico traen consecuencias perjudiciales para el organismo, de ahí la importancia de moderarse en su consumo; entre los resultados más comunes resaltan:
· Indigestión.
· Obesidad.
· Problemas gastrointestinales.
· Accidentes por la ingesta de bebidas alcohólicas.
· Hipotermia, provocada por la acelerada pérdida de calor que genera el alcohol en el cuerpo.
FUENTE: Centro de salud Isauro Venzor