EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Las condiciones en las que se maneja la carne en el rastro municipal no son exclusivas de este lugar, pues hay quienes aseguran que existen varios rastros clandestinos en el municipio, los que no cuentan con las mínimas medidas de higiene y la sanidad de la carne es muy dudosa.
En el rastro municipal sólo se sacrifican reses, sin embargo, en el centro de la ciudad la gente puede comprar fácilmente otro tipo de carnes, muchas de ellas no están selladas y por lo tanto no han sido inspeccionadas debidamente, lo que representa un riesgo para la ciudadanía.
?En el centro se vende carne de puerco, hay mucho rastro clandestino y toda esa carne va a parar a los centros comerciales?, dice Jesús Hernández Murillo, administrador del rastro municipal, quien asegura que esa carne no es revisada y que si en efecto aceptó que en el rastro municipal aún se trabaja ?fuera de la Ley?, la manera en la que trabajan otros rastros es completamente arcaica y no cuentan con ninguna revisión de ninguna clase.
El problema es que mucha gente compra este producto en los lugares donde se ofrecen precios más accesibles para la mayoría de las amas de casa, quienes surten la despensa y buscan la carne que está en oferta, es poca la gente que pregunta su origen o la revisa.
?Siempre compramos donde esté más barato y eso cuando hay (dinero) porque no siempre se puede, pero nunca nos hemos enfermado... será que está uno impuesto?, dice la señora Guadalupe Martínez Ramírez, originaria del ejido Lequeitio.
Como Guadalupe, muchas personas no se encuentran muy enteradas de los riesgos que puede conllevar el consumir carne en mal estado o simplemente como no han tenido una mala experiencia no le toman importancia a esta situación, sin embargo, además del consumidor, se supone que es Salubridad quien se debe encargar de realizar las inspecciones correspondientes.
Algunas de las medidas:
Se supone que se debe verificar que los animales estén sanos.
*Que la sala de matanza sea higiénica al igual que la de oreo.
*Que se cuelguen debidamente las carnes.
*Que la manera de sacrificarlos no sea cruel.
*Que el vehículo de transporte cuente con refrigeración.
*Que sean inspeccionados por Salubridad y tengan el sello TIF.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón