TURÍN, Italia.- Uno vio evaporarse la empresa de cinco medallas olímpicas de oro en unos Juegos Invernales, pero el otro cumplió con la primera parte de su asignatura. El estadounidense Chad Hedrick, quien apenas hace cuatro años empezó a competir en el patinaje de velocidad sobre hielo, se adjudicó la medalla de oro en los 5,000 metros, la primera de las cinco que procurará conquistar en Turín.
Pero la ilusión del noruego Ole Einar Bjoerndalen de atrapar cinco en las competencias de biatlón se esfumó a las primeras de cambio, cuando tuvo que conformarse con la presea de plata en la carrera de 20 kilómetros, detrás del alemán Michael Greis.
Greis también se llevó el honor de ser el primer campeón de los juegos. Alemania, puntera en el cuadro de medallas hace cuatro años en Salt Lake City, también festejó en la jornada inaugural por obra de Georg Hettich, al consagrarse en la prueba de 15 kilómetros de la combinada nórdica.
La otra medalla dirimida se la llevó la canadiense Jennifer Heil, al imponerse en la modalidad de moguls del esquí artístico.
?No vine a ganar sólo una medalla?, declaró Hedrick, quien recibió el aliento de la primera dama estadounidense Laura Bush en las tribunas del oval Lingotto. ?No me conformo. Quiero más?.
Hedrick quiere emular una de las hazañas más notables en la historia de las olimpiadas blancas, la labrada por su compatriota Eric Heiden en Lake Placid 1980, cuando conquistó cinco oros.
Su triunfo fue claro y ratificó su condición de favorito en la distancia de la cual ha sido campeón mundial los dos últimos años. Lo hizo con un tiempo de seis minutos y 14.68 segundos.
El holandés Sven Kramer se colgó la presea de plata con su registro de 6:16.40. Para deleite de sus compatriotas, el italiano Enrico Fabris se llevó el bronce con 6:18.25. Hedrick había marcado el 11 de febrero en su calendario desde que decidió dejar el patinaje sobre ruedas por el hielo tras Salt Lake. Su emoción era tanta que se subió a lo más alto del podio antes que el anunciador dijera su nombre.
?El Vikingo? Bjoerndalen había llegado al biatlón como favorito. Pero la prueba de tiro le traicionó. Si sólo hubiese dado con uno de los dos blancos que marró, la dorada hubiese sido suya. Se descuenta un minuto por cada tiro fallado de los 20 que hay que tomar. Ahora, ve peligrar su campaña por convertirse en el deportista de invierno más laureado en la historia olímpica.
Greis fue mejor que el noruego al fallar un solo blanco y acabó con tiempo de 54:23, 16 segundos adelante de Bjoerndalen. El también noruego Halvard Hanevold quedó tercero, a 1:08.9 de Greis. Bjoerndalen había barrido con las cuatro medallas de oro en el biatlón hace cuatro años, sumándolas a la solitaria que consiguió en Nagano 1998.
?La competencia es más dura que Salt Lake?, reconoció Bjoerndalen. ?Para ganar, hay que ser perfecto y hoy Michael Greis fue demasiado perfecto para mí?.
Pero no todo está perdido para Bjoerndalen. Si gana las cuatro carreras que todavía tiene pendiente, podrá alcanzar a su coterráneo Bjoern Daehlie, un esquiador de fondo que actualmente tiene el récord de más títulos olímpicos, con ocho.
?Lo veo difícil pero lo voy a intentar?, prometió Bjoerndalen.
En la combinada nórdica, Hettich dominó primero en los saltos y luego lo hizo en la carrera de esquí de fondo sobre 15 kilómetros. La plata fue para el austríaco Felix Gottwald y el noruego Magnus Moan se colgó el bronce.
Heil, con el último turno de la jornada, sumó 26.5 puntos para destronar a la campeona vigente de Noruega Kari Traa por 0.85. La francesa Sandra Laoura quedó tercera y se llevó el bronce.
