EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Ya no quiso huir más de la justicia. Lorenzo Castañeda Mesta, decidió entregarse para ser enjuiciado por el asesinato que cometió contra su esposa la madrugada del miércoles 21 en el patio de su casa de Bermejillo, Durango.
El presunto responsable del crimen acudió el pasado martes a las oficinas de la Coordinadora de Agencias del Ministerio Público Foráneas, en Durango, donde se identificó como el autor del asesinato y fue trasladado a Cuencamé, a disposición del agente del Ministerio Público de esa ciudad.
Como se informó en este medio, Juana Teresa Franco Jáquez fue asesinada por su esposo en el patio de la casa con unas tijeras, luego de la última discusión que tuvieron. Lorenzo huyó y se refugió con unos familiares.
Julio César Flores Soto, agente investigador del Ministerio Público de Cuencamé, informa que la occisa contaba con 44 años y tenía su domicilio en la calle Deportiva número 505 de la colonia Deportiva, en esa ciudad.
El descubrimiento del crimen fue hecho por Lorenzo Castañeda Franco, de 18 años de edad e hijo del matrimonio, quien se dirigió a casa luego de salir de trabajar en la maquiladora a las siete y media de la mañana de ese miércoles y encontró a su madre tirada en el patio, con un charco de sangre a un lado del cuello, donde se le apreciaba una herida.
La occisa presentaba una herida producida por instrumento punzo-cortante (tijeras) en cara lateral derecha del cuello, que afectó la vena tiroidea y yugular.
Cerca del cuerpo se encontraban unas tijeras manchadas de sangre, la bolsa de la mujer y varios de los objetos que traía, regados por el patio, así como algunos objetos, lo que hace suponer que pelearon.
Lorenzo dijo al agente investigador del Ministerio Público que sus padres ya no llevaban buenas relaciones y de un tiempo a la fecha los pleitos eran constantes. Algunos vecinos manifestaron que en la tarde del martes llegaron juntos a la casa Juana Teresa y su esposo.
La mujer deja en la orfandad a sus tres hijos: Lorenzo, de 18 años; Beatriz, de diez y la pequeña Anataren, de seis años.
Por celos
En su declaración preparatoria, Lorenzo dijo que el lunes anterior al crimen, un amigo le dijo que había visto a su esposa con otro sujeto y la noche del martes le reclamó cuando se encontraban en el patio de la casa, pero ella lo negó y comenzaron a discutir.
Cegado por los celos, Lorenzo dice que tomó unas tijeras que había cerca y se las clavó en el cuello y al verla sangrando, salió de la casa y se fue caminando hasta llegar por León Guzmán, donde decidió refugiarse con unos familiares en Durango.
El agente del Ministerio Público solicitó el arraigo del asesino confeso al Juzgado Mixto de Primera Instancia de Cuencamé, con la finalidad de integrar la Averiguación Previa y consignar el caso al juez penal, para el proceso correspondiente.