El cuerpo de la víctima tenía varios días sin vida y ya comenzaba a despedir malos olores.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Agobiado por una decepción amorosa, el dueño de un pequeño taller de herrería se privó de la vida. En el marco de la puerta principal de su casa fue encontrado el cuerpo inerte. Dentro de la vivienda estaba también un hermano del extinto, que padece de sus facultades mentales y tenía un severo cuadro de deshidratación.
Una mancha de sangre que escurría de la puerta principal de la casa, fue el mal augurio de los vecinos que desde el pasado miércoles cinco de julio no veían en la calle a Gerardo Ávila Favila, de 48 años de edad.
El dueño de una miscelánea cercana avisó la mañana del sábado a Fernando Ávila, hermano del herrero sobre la anómala situación y los fuertes olores nauseabundos que se desprendían de la casa ubicada en la esquina de las avenidas Blas Chumacero 246 y la calle Luis Quintero de la colonia Fidel Velásquez.
A las 11:00 horas agentes del Escuadrón Ciclista comisionados a la vigilancia del gran sector habitacional, informaron a la Policía Ministerial sobre los indicios de la muerte del residente del taller de herrería.
Aurelio Urbina Suárez, agente del Ministerio Público de delitos contra la Vida y la Salud de las Personas, acudió al lugar que está a escasos minutos de las oficinas de la Subprocuraduría de Justicia de la Región Laguna de Durango.
El representante social tuvo que esperar la llegada del personal de Servicios Periciales para poder entrar a la finca, ya que existía el riesgo de encontrar dos cadáveres al no saberse nada del hermano que padece de sus facultades mentales y se moviliza con una silla de ruedas.
Sin cubre bocas entró un elemento de Servicios Periciales junto con Fernando Ávila. Apenas abrieron la puerta principal y los dos hombres se regresaron por el fétido olor. El cuerpo de Gerardo pendía de una cuerda de nylon verde y estaba prácticamente en la entrada.
Ante la tardanza del apoyo de Servicios Periciales y la carencia de carrozas para recoger el cuerpo, el Ministerio Público tuvo que entrar a la casa rodeando una enorme mancha de sangre y se pudo constatar que Jorge Alberto Ávila, de 46 años, se encontraba con vida pero muy deshidratado.
De inmediato se solicitó la presencia de una ambulancia de la Cruz Roja mientras que cinco agentes de la Policía Ciclista hacían lo posible por dispersar a las decenas de curiosos que se dieron cita en el lugar, mientras que en una de las aceras ocho mujeres ya estaban rezando.
Entre los comentarios de algunos vecinos se pudo conocer que desde hace un mes y medio el finado terminó una relación con una dama que vive por el lugar y la cual duró cerca de un año. Fernando Ávila dijo que su hermano estaba en una depresión severa pero que siempre se le brindó ayuda.
Hasta las 13:20 horas se presentó una carroza para sacar el cuerpo del suicida que tenía cerca de 72 horas sin vida y fue trasladado al anfiteatro de la Subprocuraduría de Justicia para los trámites de Ley.
A detalle
Un hombre se quitó la vida en su casa y fue descubierto casi tres días después.
Gerardo Ávila Favila, de 48 años de edad, es el finado.
Murió en la esquina de las avenidas Blas Chumacero 246 y la calle Luis Quintero de la colonia Fidel Velásquez.
A las 11:00 horas agentes del Escuadrón Ciclista informaron a la Policía Ministerial sobre los indicios de la muerte del residente del taller de herrería.
El cuerpo de Gerardo pendía de una cuerda de nylon verde y estaba prácticamente en la entrada.
Una ambulancia de la Cruz Roja atendió a Jorge Alberto Ávila, que padece de sus facultades mentales y estaba en la casa con su hermano muerto.
Más de dos horas y media tardó la carroza en llegar ante la carencia de vehículos de Servicios Periciales para el traslado de cuerpos.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
