EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Como una prueba de que el amor no tiene edad y como un homenaje al cine de Federico Fellini, hoy se proyectará Elsa y Fred en la Muestra Internacional de Cine.
Coproducida por España y Argentina, la tercer película de la Muestra se presentará en funciones de 6:00 y 8:30 de la noche en Cinépolis de Cuatro Caminos, bajo la coordinación de la Universidad Iberoamericana (UIA) Torreón y el Instituto Coahuilense de Cultura (Icocult) Laguna.
Dirigida por Marcos Carnevale, la cinta narra la historia de un amor tardío. Elsa tiene 82 años, de los cuales 60 vivió soñando un momento que ya había soñado por Fellini: la escena de La Dolce Vita en la Fuente de Trevi. Eso mismo, pero con ella en lugar de Anita Ekberg.
Y en lugar de Marcello Mastrioianni, el amor que tardó tanto tiempo en aparecer: Fred. Él es un poco más joven que ella y siempre fue un hombre de bien, que cumplió con su deber. Al quedar viudo, desconcertado y angustiado por la muerte de su mujer, su hija le insta a mudarse a un apartamento más pequeño, donde conoce a Elsa. A partir de este momento, todo se transforma.
La historia se desarrolla en el Madrid de la época actual. Pero el sueño de Marcos Carnevale por realizar la escena de La Dolce Vita surgió desde que él tenía 14 años, cuando se vivía las horas y los días en el cine de su pueblo, en Córdoba, Argentina.
?Pasaron 28 años desde entonces y pude comprobar aquello de que si uno desea con suficiente fuerza que un sueño se cumpla, en algún momento se hace realidad. Y mi sueño se cumplió: Estuve en la Fuente de Trevi con mi Anita y mi Marcello, rodando mi Dolce Vita?, apunta el director.
Confiesa Carnevale que siempre tuvo la certeza de que su sueño se cumpliría: ?Dos años después de haber visto La Dolce Vita llegó por casualidad a mis manos la dirección de Fellini en Roma. Intenté escribirle cientos de cartas que nunca envíe, tal vez pensando que Fellini las iba a desestimar por tratarse de un fan más que lo admiraba y que quería ser director de cine. Entonces me propuse no escribirle más y tocar directamente a su puerta el día que fuera a Roma. Y fui, allá por 1989. Y toqué a su puerta. Y nadie respondió. Felllini no estaba en Italia. Furioso con el destino y con Fellini, le escribí una carta contándole lo que me había pasado. Y para mi sorpresa, al volver del viaje me encontré con la respuesta de Federico donde lamentaba el desencuentro?.
Así comenzó una relación epistolar entre el célebre director y el novato y aunque nunca lo pudo conocer personalmente, Carnevale supone que lo conoció aquella extraña noche en la Fuente de Trevi, mientras rodaba su escena de Elsa y Fred y mientras miles de feligreses de todo el mundo despedían a Juan Pablo II.
Esta película es el sueño de Marcos Carnevale y la de Elsa también, quien ha soñado toda su vida con ser la Anita Ekberg y encontrar a su Marcello, para bañarse juntos en las frías aguas de Trevi.
