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Hora cero| El desfile y la pantomima...

Roberto Orozco Melo

El próximo día 20 de noviembre se cumplirán 96 años de la fecha en que Francisco I. Madero proclamó la Revolución Mexicana con la consigna ?Sufragio efectivo. No-reelección?. Nótese que no escribí ?se celebrará? porque este año, al menos, el Gobierno Federal que preside el señor Vicente Fox Quesada decidió suspender, como si fuera de su propiedad, el tradicional desfile deportivo con que los Gobiernos post revolucionarios habían recordado el histórico cumpleaños.

Bueno, el caso es que este don Vicente nos sorprendió hace ya seis años desde su arribo al despacho presidencial de Los Pinos cuando descolgó el óleo que reproducía la imagen del presidente Benito Juárez para colocar a don Francisco Ignacio Madero; mas no se vaya con la finta, querido lector: no fue para honrar la lucha democrática del chaparrito de Parras, sino para establecer ¡oh vanidad de vanidades! un paralelismo histórico entre él, el señor Madero y el triunfo electoral del partido Acción Nacional en el año 200O. ?Tápate un ojo, tápate el otro; nada qué ver? como dicen los muchachos de hoy?

Luego sobrevino una declaración contradictoria: si Fox y el PAN cancelaban la parada deportiva el jefe sustituto de Gobierno del Distrito Federal, el PRD y Alejandro Encinas Rodríguez, la restablecerían, y el evento ?va a resultar inolvidable? Pero, claro, creyó que de esa manera los amarillos matarían dos pájaros de un solo tiro, pues el susodicho desfile revolucionario también va a servir de prólogo, introito, preludio o preliminar para la novedosa y falaz asunción del dizque ?presidente legítimo? de la República, Andrés Manuel López Obrador, el día 20 de noviembre en el Zócalo capitalino.

A fin de cuentas, el vocablo ?revolución? resultará al pelo con la pantomima que pretende escenificar el tabasqueño AMLO, pues el diccionario del español de Martín Alonso acepta que la palabra ?revolución? puede tener varias acepciones, a saber: acción de revolver; perturbación, rebelión; cambio violento en las instituciones políticas; alteración de los humores o mudanza en el estado de cosas. Ni más ni menos que lo anunciado después del dos de julio por el fallido candidato de la ?coalición Por el Bien de Todos??

Gracias a don Martín Alonso, el abanico de posibilidades políticas o artísticas del tabasqueño se amplía para ayudarle a no fallar en su promesa de cambio, así que para justificar la palabra empeñada podrá acometer las siguientes acciones: ?revolver la tranquilidad social? de los mexicanos, ?perturbar? la vida pública, ?violentar a las instituciones políticas?, ?alterar los humores de la gente? y, aunque sea por unas semanas o meses, ?mudar el estado de cosas en la nación? ante la cegatona visión de sus extralógicos seguidores. ¡Pácatelas!...

Qué cierto es que en cuestiones políticas, como en los fenómenos de la física, los extremos se tocan? en el caso el PRI se quedó en el mero centro y además sospechosamente silencioso; así que a otra cosa:

Emilio Duarte:

Lo conocí cuando era estudiante de agronomía en la Escuela Antonio Narro y nos reencontramos muchos años después. Ya era un destacado pomólogo especializado en el cultivo del nogal, un árbol que en Parras, mi querida tierra, se hermana con la vid y con los hombres. No hay casa en la que no exista uno o más árboles, como hay también parras y parrones, aunque sea otro el trabajo de su propietario. Coincidimos en eventos políticos, pues Emilio trabajó en el ramo de fomento agropecuario de varios Gobiernos. Siempre luchó por su salud y siempre había salido avante de sus males y dolencias.

Me sorprendí cuando supe que había fallecido, y es que, por más que la ciencia avance, a doña Muerte nadie la gana todas las batallas. Es fatal que los humanos perdamos la última. Emilio se interesaba por su profesión y por los fruticultores. A muchos fueron útiles sus consejos, siempre pertinentes. Su comedido modo de recomendar algunas formas de cuidar los árboles, de hacerlos más productivos, de prevenir endemias y plagas. Emilio asistió a todas las conferencias posibles sobre el nogal y compartió sus opiniones sobre los nuevos descubrimientos y prácticas de cultivo. ?Con los nogales uno nunca acaba de aprender? decía. Hoy lo imagino allá arriba, tratando de buscar nocedales entre las nubes. Estoy seguro de que si no los encuentra, va a inventar la forma de plantarlos para hacerle una huerta a Dios, pues fue siempre dueño de una terquedad muy positiva. Mis condolencias a su esposa, hijos y nietos. Descanse en paz.

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