La costumbre de ofrecer tamales en este día es una adaptación de los mexicanos de la festividad católica..
México, (EFE).- El Día de la Candelaria, que se conmemora el 2 de febrero, pone fin en México a las festividades navideñas con una celebración en la que los agraciados con los premios del Roscón de Reyes deben agasajar con una rica variedad de tamales.
La Candelaria se convierte así en la respuesta autóctona a la fiesta de Reyes, traída por los españoles, que en México se celebra con un roscón hecho con trigo en el que se esconden pequeñas figuras de niños.
Para el investigador en comida mexicana Marco Buenrostro, la costumbre de ofrecer tamales es una adaptación de los mexicanos de la festividad católica.
Por su parte, la también especialista en gastronomía, Cristina Barros, dijo que esta festividad está ligada a una de las ceremonias del calendario prehispánico.
Para el calendario gregoriano, el Día de la Candelaria es una jornada de la purificación de la Virgen María.
Pero para el calendario mexica, corresponde con una ceremonia en la que se pedía a los dioses de la lluvia, los Tlaloques; a la diosa del Agua, Chalchitlicue y al dios de los Vientos, Quetzalcóatl, un clima apropiado para preparar la siembra, agregó Barros.
La especialista en gastronomía mexicana explicó que los antepasados de los actuales residentes de este país trataron de no perder su propia religión y unieron sus fiestas más cercanas con otras traídas de fuera, como el Día de la Candelaria.
Destacó que las distintas variedades de tamales, como se conoce el preparado de harina de maíz, manteca y carne, relleno de frijol, carne u otros ingredientes envueltos en hoja de maíz, plátano o de otras plantas, eran fundamentales en sus ofrendas a los dioses.
Otro especialista en comida mexicana, Yuri de Gortari, dijo que para el Día de la Candelaria no hay un tamal especial, sino que se prepara según la tradición de cada región.
En el Estado de México, colindante con la capital, se acostumbran a servir los tamales "canarios", elaborados con harina de arroz, mantequilla y vainilla dulce.
En Veracruz se preparan tamales dulces envueltos en hoja de plátano, hechos de masa de maíz y se acompañan del atole champurrado (bebida caliente de maíz y chocolate).
